1. Carla, el volcán sexual


    Fecha: 13/09/2020, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... mismo atuendo que por la mañana. Pensé que estaría dando un paseo y me quedé mirando para ella, pero me "asusté" cuando llamó al timbre. Mientras iba a abrir me vino a la mente la imagen de sus grandes tetas y sus pezones dibujados en el top. Abrí. ‘Hola’ dijo. ‘Hola’ dije. ‘Oye, ¿a ti te da Sánchez?’. Se refería al de Geografía; ya que aunque íbamos en clases distintas, íbamos en el mismo curso y teníamos algún que otro profesor en común... ‘Si’ le dije. ‘Es que no entiendo una cosa, ¿me la puedes explicar?’. ‘Cla...claro, claro. Pasa, pasa.’. Mi habitación estaba en la planta de arriba.
    
    Dejé que ella fuera delante; para que mientras subiéramos las escaleras pudiera ver moverse su encantador culito. ‘Por aquí, por aquí’ le indicaba. Yo estaba pensando que nos liaríamos a secas, nada más; no me vino a la cabeza el tema sexual. Llegamos a mi habitación. Le fui pasando unos apuntes míos para que los fotocopiara en los que venía bien explicado lo que ella me preguntaba. Yo estaba sentado y ella también, a mi lado.
    
    Carla se fue arrimando a mí sin que yo me diera cuenta; hasta tal punto que cada vez que movía mi brazo para pasar página, le tocaba sus pechos... De nuevo, con otra miradita de una décima de segundo, los vi otra vez: tenía los pezones duros, se había puesto cachonda. Ahí me empecé a dar cuenta que iba a haber algo más que simples besitos. Yo me empecé a poner un poco nervioso, y entonces acabé: ‘...y con esto supongo que entenderás lo del tema 10’. Le di los ...
    ... apuntes y se volvió hacia la puerta. Yo aún estaba recogiendo lo que había en mi mesa y no la estaba viendo puesto que estaba de espaldas a ella.
    
    Le iba a decir que la acompañaba hasta abajo, pero antes que pudiera decirlo me espetó en tono muy meloso ‘Me di cuenta, no soy tonta’. Sabía perfectamente a qué se refería, (y el que esté leyendo esto, también) pero me hice el sueco pensando que me fuera a largar un sopapo si se lo decía directamente. ‘¿De qué?’ dije muy nervioso revolviendo en mis papeles. De repente, siento algo que viene hacia mí por el aire y se posa en mi hombro; era una prenda de vestir, la cojo: era su top. ‘De esto’ me contestó. Me volví hacia ella, pero estaba de espaldas a mí mirándome por el espejo que había junto a la puerta. Estaba desnuda de cintura para arriba y con los apuntes en la mano.
    
    Me quité la camiseta que tenía y me quedé en calzoncillos con mi polla a medio empalmar. Me fui acercando muy despacio. Llegué junto a Carlita y empecé a besarla suavemente en el hombro y a sobar su culo con mis manos (al tiempo que veía por primera vez sus preciosas tetas y codiciados pezones rosados a través del espejo). Empecé a tantear su cuerpo con mis manos mientras le besaba en el hombro y después en el cuello: pasé del culo a sus piernas. Una vez en las piernas fui subiendo las manos por la minifalda buscando las bragas; pero... otra sorpresita: no tenía. Carla ya soltó los apuntes al suelo y me agarraba la cabeza, que la tenía pegada a su cuello ...