1. Acampada sexual


    Fecha: 05/09/2020, Categorías: Lesbianas Autor: noeliamarrana, Fuente: CuentoRelatos

    ... tu hija, Miguel? —preguntó el señor Rafael. Bajito en comparación a sus amigos, algo peludo, con una tímida pancita cervecera, de risa contagiosa y chispeantes ojos—. ¡Creo que estoy enamorado!
    
    —Compórtense, amigos, es mi nuera. Se llama Noelia. Mira, caramelito, este es Gabriel. El otro es Rafael. No les hagas mucho caso, solo están bromeando contigo.
    
    —¡Buenas tardes, señores!
    
    —¡Ah, pero no pongas esa carita tan linda, que yo cuando entro en la cancha no tengo piedad de nadie! ¡Aquí no hay nueritas ni amigos, solo rivales! ¡Me transformo en la cancha! —amenazó don Rafael.
    
    —Sí, ya veo que te transformas en Moby Dick —se burló su amigo Gabriel, dándole palmadas a su panza—, vamos, ¡desde hace rato que quiero jugar!
    
    Yo y mi suegro íbamos a comenzar, así que me retiré el pareo para ponerlo en el banquillo, iba a estar mucho más cómoda sin él. Cuando entré a la cancha, don Rafael me silbó para sacarme los colores.
    
    —¡Uy! ¡Vaya con la nuerita!
    
    —¡Menudo bombón! —dijo don Gabriel, con una amplia sonrisa—, ¿aún hay posibilidad de que abandones a ese noviecito que tienes?
    
    —Ni caso, quieren ponerte nerviosa, caramelito, ¡vamos a jugar!
    
    Me pidió que sacara, y no puedo encontrar las palabras para describir el cosquilleo intenso que sentía con tanto piropo, era algo que probablemente lo decían para desconcentrarme, sí, pero me agradaba porque no eran groseros. El corazón se quería desbocar; abracé la pelota y sonreí como una tonta mientras los hombres se ...
    ... acomodaban en sus puestos.
    
    —¡Dale, Noelia, saca y muéstrales de qué estás hecha!
    
    —¡Sí, don Mig… papá!
    
    Así que lancé la bola al aire, arqué mi espalda hacia atrás y, dibujando un semicírculo con el brazo, mandé el balón con un poderoso salto. Cuando seguí la trayectoria del balón con la mirada, me di cuenta de que tanto mi suegro como sus dos amigos preferían observarme a mí antes que a la pelota picando en el área contraria.
    
    Estaban boquiabiertos y extrañados. En ese entonces pensé que simplemente fueron buenitos conmigo y me regalaron un punto fácil, para romper el hielo y tal.
    
    —¡Punto, papá!
    
    —Esto… —don Gabriel achinó los ojos.
    
    —¿Pero qué carajo estoy viend… ? —don Rafael me miraba a mí y luego a mi suegro alternativamente.
    
    —B… Buen servicio, Noelia… ¡Buen servicio, comenzamos ganando, eso es… bueno, eso es muy bueno! —se acercó y me tomó del hombro—. Y ponte el bikini, caramelito, se te ha caído la parte inferior.
    
    Se me congeló la sangre. ¿Que qué había sucedido? Pues el lazo de la parte inferior de mi bañador se había desprendido, revelando mis carnecitas; lo primero que pensé fue que quería matar a mi novio ya que estuvo toda la maldita tarde intentando desprenderlas a modo de broma. Al haberlas aflojado, el cabronazo me sirvió en bandeja de plata a unos cincuentones; su padre y sus dos amigos vieron que la nuerita iba depilada a cero, amén de tener un tatuaje de una pequeña rosa en la cintura que estaba estratégicamente oculta por el bikini. Bueno, ...
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