1. Cuatro días de otoño


    Fecha: 27/08/2020, Categorías: No Consentido Autor: Quique., Fuente: CuentoRelatos

    Primer día. 23.00 horas. Martes 3 de octubre de 2017.
    
    Tamara era una joven delgadita, de ojos verdes, larga melena rubia que le llegaba al culo y gruesos y sensuales labios. Llegó a la sala de estar, descalza. Llevaba puestas unas braguitas blancas con encajes en las que se veía, arriba, junto a la goma, el comienzo de una gran mata de vello rubio. La parte superior la cubría con una camiseta muy escotada y muy apretada que marcaba los grandes pezones de unas majestuosas tetas. Su culo era redondito y sus nalgas pequeñas, sus piernas eran perfectas y largas, las piernas de una joven de 19 años recién cumplidos de 1.75 de estatura. Tamara abrió el cajón de un mueble, y después le preguntó a su padre:
    
    -¿Has visto mi DVD de fitness?
    
    Ramón, un cuarentón, de ojos negros, moreno, 1.80 de estatura, que no tenía un gramo de grasa y que estaba sentado en un sillón leyendo el Marca, sin levantar la vista del periódico, le respondió:
    
    -Yo no hago gimnasia, hija. Se lo llevaría la puta de tu madre cuando se fue con el cabrón de Tomás.
    
    Las palabras de Ramón rezumaban odio. La hija, ya resignada a que su madre los abandonara, le dijo:
    
    -Lo que te pasó a ti pasa en las mejores familias, papá.
    
    -Eso dicen.
    
    Tamara se puso enfrente de su padre, y le preguntó:
    
    -¿Crees que estoy gorda?
    
    Ramón levantó la vista. Miró a su hija de abajo arriba, y le dijo:
    
    -¡Coño, hija, no andes así por casa!
    
    -Estamos solos, papá. ¿Besito de buenas noches?
    
    Tamara se agachó para ...
    ... darle un pico, (Ramón no pudo evitar ver el comienzo de las hermosas tetas de su hija) y le dijo:
    
    -Hasta mañana, papá.
    
    Le dio un beso en la mejilla.
    
    -Hasta mañana, hija.
    
    A las doce, Ramón fue para su habitación. Ya estaba en cama cuando sintió los gemidos de su hija en la habitación de al lado. Se estaba masturbando. Los gemidos fueron en aumento hasta que sintió, alto y claro: "¡Me corro!" Estaba empalmado, pero no le dio el gusto al diablo de ver como se masturbaba.
    
    Segundo día. 22.30 horas. Miércoles 4 de octubre de 2017.
    
    Ramón estaba de nuevo leyendo el Marca. Tamara llegó a la sala con un picardías que dejaba ver la hermosura de sus largas piernas. Puso un reggaetón en el iPhone y comenzó a bailar de una manera escandalosamente provocativa. Ramón, la miraba embobado. Tamara, bailando, rozó sus nalgas con la nariz de su padre y después le pasó la pelvis por la boca. Ramón tapó el bulto de su pantalón con el Marca. Al acabarse la música, le preguntó Tamara a su padre:
    
    -¿Crees que soy una chica sexy, papá?
    
    -Sí, hija, sí, lo eres.
    
    -Besito de buenas noches.
    
    Ramón iba a besar a su hija en la mejilla, ella buscó sus labios y le metió la punta de la lengua en la boca, sonriendo pícaramente, le dijo:
    
    -Hasta mañana, papá.
    
    -Hasta mañana, hija.
    
    Se repitió lo de la noche anterior, los gemidos y: "¡Me corro!"
    
    Tercer día. 22.45 horas. Jueves 5 de octubre de 2017.
    
    Esta vez Tamara llegó a la sala con un vestido de noche largo de color rojo, unos ...
«123»