Dos maduros para mi (14) - Relatos Eróticos

Dos maduros para mi (14)

Después de nuestra aventura con el empleado de la cava decidimos que los ultimos dias de vacaciones los pasariamos cerca de Alicante en una playa nudista en un pueblo llamado La Marina. Cogimos una habitación en un de los dos hoteles del pueblo, pequeño pero muy acogedor y familiar. Llegamos pronto un miércoles dejamos el equipaje y nos dirigimos a la playa, queríamos descansar y no nos apetecían mas historias sexuales, nos apetecía estar solos a los dos, disfrutar el uno del otro.

Llegamos a la playa. Era preciosa, casi salvaje con una parte muy familiar a la entrada y un poco mas adelante empezaba la zona nudista. Extendimos nuestras toallas e inmediatamente Ricardo se fue al agua, le encanta. Yo me quede en la toalla viendo como Ricardo disfrutaba y a la vez hojeando el periódico. Hacía un día maravilloso, mucho sol y una pequeña brisa hacía soportable el enorme calor reinante.

Ricardo salió del agua y se sentó a mi lado. Estábamos mirando a la gente que paseaba por la orilla cuando de repente Ricardo exclamó "Mira es Paco" (ver Dos maduros para mi 7) efectivamente era Paco el cuñado de nuestro portero, venia con su mujer Rosa y una pareja con un chico de unos 20 años. Nos levantamos y fuimos a su encuentro. Paco fue el primero en vernos "Pero bueno, no me lo puedo creer, que sorpresa, mira Rosa quién está por aquí" dijo con su vozarrón, "Alberto, Ricardo, que alegría y que casualidad" dijo ella "La verdad es que si, que tal estais chicos? Que haceis por aquí? ...

... Pregunté yo. "Veraneamos en Guardamar desde hace 8 años, siempre venimos con estos amigos, alquilamos un apartamento grande para todos" explicó Rosa "Os presento" dijo Paco, "Tere y Pascual, amigos de nuestro pueblo y su hijo pequeño Sergio, estos son nuestros amigos Ricardo y Alberto de Madrid, les queremos mucho" dijo Rosa.

Pascual era mas o menos de la edad de Paco, era muy bajito posiblemente 1,55 cm de altura y unos 95 Kg de peso, barriga prominente, brazos hercúleos, manos pequeñas pero regordetas, piernas robustas y musculadas, pelo negro con raya a un lado, culazo respingón y unos ojos verdes preciosos y sin ningún pelo en su cuerpo supermoreno, en fin una auténtica monada. Tere era mas joven, unos 50 años de la misma estatura que su marido, muy morena, mas delgada que Rosa, un pecho redondo, grande y muy firme y una sonrisa encantadora. Y su hijo Sergio era como su padre, mismos ojos, mismo complexión física y la sonrisa de su madre. Nos saludamos.

Los cinco iban en bañador, Paco y Rosa también estaban muy morenos, Paco estaba guapísimo, tuve que hacer una gran esfuerzo para que no empalmarme allí mismo. "Estamos dando un paseo, estamos un poco mas allá, por que no os venis con nosotros" dijo Paco, "Luego en un ratito vamos y nos tomamos unas cervezas en el chiringuito y luego si quereis comemos juntos, que os parece? Dijo Ricardo. "Perfecto, llamamos al restaurante al que vamos a ir y les decimos que somos dos mas, hemos encargado una paella" contestó Paco, ...