1. Como te adoro mami !


    Fecha: 08/08/2020, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... y abierta, y su majestuoso culo desnudo expuesto a mi merced, mientras la tanguita entraba dentro de él, dejando gran parte de su sexo a mi disposición. Me sentí mal, porque era mi madre, y a pesar de que el pecado y el deseo gritaban mas alto, terminé por cubrirla buscando un poco de alivio a mi atormentada conciencia.
    
    Una semana después mis hermanas viajaron de vacaciones donde mis tías. Decidido a todo. La esperé como todas las noches y le sugerí que tomara su ducha antes de comer. Salió del baño envuelta en una pequeña toalla que dejaba la parte inferior de sus nalgas descubiertas…. Qué espectáculo por Dios ¡ … Vistió su pijama celeste pero sin nada por debajo, por lo cual pude apreciar como se traslucían sus provocativos vellos púbicos, y se sentó a comer. Una vez terminamos llevé los platos al fregadero y la convidé para que viéramos un poco de televisión. Estaba muy asombrada con tantas atenciones, y me lo hizo saber en un tono irónico pero dulce. Nos sentamos en cada extremo del sofá… entonces agarré sus pies y un poco de aceite y comencé hacerle un masaje por sus talones, y pantorrillas… después agarré uno a uno sus coquetos deditos y los masajeé suavemente… pronto estarían en mi boca, pensé en ese momento… ella no fue indiferente a mis caricias y puedo asegurar que estaba excitada con cada movimiento de mis manos por sus pies. Fue quedándose dormida, lo cual aproveché para separar ligeramente sus piernas y poder observar su sexo de fuego; ese promontorio que ...
    ... resaltaba por encima de su pijama, poblado de esos vellos que tanto he adorado… cuidando de no cometer un error la desperté y le dije que era hora de ir a la cama… muy obediente mi hermosa princesa me dio un beso en los labios como era su costumbre y se acostó. A la media hora decidí acostarme a su lado y a pesar de que le había dicho que dormiría en el cuarto de mis hermanas, ella me pidió que la acompañara pues le daban nervios sentirse sola. Dejé puestos mis pantaloncillos y poco a poco acerqué mi cuerpo al suyo, para que el calor que emanaba de los dos pasara desapercibido. Delicadamente levanté su sábana y allí estaba mi Diosa, con todo el esplendor de su sexo a centímetros de mis manos… no resistí la tentación y poco a poco posé mi mano derecha sobre su pubis, esperando alguna reacción pero no ocurrió nada. Ella seguía profunda. Entonces deslicé uno de mis dedos hasta sus labios y noté que esa gruta de la perdición estaba caliente y totalmente empapada de un líquido delicioso… embadurné mis dedos y los llevé a mi boca, varias veces, hasta que no pudiendo aguantar mas embadurné también mi pene y me masturbé como nunca lo había hecho hasta entonces. En un momento se dio vuelta de espaldas a mi y entonces enloquecido por el culo mas bello de la creación, me dispuse a acariciarlo con sigilo hasta que pude acceder al perímetro de su ano, palpar sus pliegues perfumados y sentir la estrechez de ese culito que estaba destinado a ser mío por siempre.
    
    A la mañana siguiente ...
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