1. Como te adoro mami !


    Fecha: 08/08/2020, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... sedoso y grande, como buena herencia de mi madre. Me detuve en sus pechos pequeños pero con unos pezones puntiagudos y erectos, y finalmente anclé mis ojos en su vientre, su sexo descubierto y sus bellas piernas y pies. Mi hermana no se dio por enterada, hasta que al mirar a donde yo estaba me pidió que le alcanzara una toalla pequeña puesto que se había lavado el cabello. Salió envuelta en la toalla de baño, y con la otra improvisó un tocado para cubrir su cabeza. Yo puse cualquier tema de conversación, mientras lavaba sus pequeños interiores blancos y los ponía a secar en la cuerda. En ese momento percibí que era toda una mujer, y que a sus 15 años, estaba formada físicamente como tal. En ese momento sentí vergüenza conmigo mismo, y supuse que mi conducta no era la mas apropiada, pero al darme cuenta del desparpajo de ella al entrar al cuarto y colocarse su crema humectante sin cerrar la puerta, la tranquilidad retornó un poco. De todas maneras yo sabía que la había detallado como toda una hembra, cuyo parentesco poco o nada me importaba y que me inspiraba un deseo hasta entonces desconocido. Aproveché que se fue a la sala a estudiar en el comedor y entré al baño y sin poderme contener me masturbé con la deliciosa imagen de su desnudez tatuada en mi cerebro.
    
    Al día siguiente me desperté mas temprano que ellas, me bañé apresurado y las llamé para que se alistaran. La primera en entrar a la ducha fue mi hermana de 13 años, quien era mas delgada y alta. Adormilada se ...
    ... despojó del camisón de su pijama, se quitó sus interiores y abrió la llave. Su cuerpo aun sin terminar de formarse ya mostraba una mujer esbelta, con unos pechos mucho mas grandes que los de mi otra hermana, piernas largas, pero sin la voluptuosidad de las caderas y el culo de las otras. Acabó de ducharse y salió envuelta en su toalla hacia el cuarto de ellas que quedaba enfrente del pequeño patio interior y frente al área de servicio, y desde donde, por medio de su ventana abierta podía verla mientras rápidamente comenzaba a colocarse sus ropas para ir al colegio. Enseguida entró mi hermana mayor, pero tuve que cancelar mi propósito de verla de nuevo porque mi madre también se levantó para ayudarme a preparar los desayunos que ya había adelantado. Debido al intenso calor, todas dormían con unos camisones cortos de seda que dejaban ver sus curvas y sobre todo el movimiento libre de sus nalgas al caminar, puesto que su ropa interior era demasiado pequeña, aparte de que ninguna usaba sostén en casa. Así vi a mi preciosa madre esa mañana, y reparé en cada uno de sus movimientos, y en la gracia de su divino trasero de puta, así como en sus téticas pequeñas. Me extasié en sus piernas cuando las cruzó para tomarse un café en la mesa auxiliar de la cocina, y las vi adornadas de una ligera celulitis que acabó de excitarme mas. Por último me detuve en sus pies, delgados, lisos, con unos dedos perfectos y cuyas uñas estaban finamente decoradas con un esmalte nacarado, y desde ese momento ...
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