1. CALZONCILLO BLANCO (Parte 1)


    Fecha: 03/08/2020, Categorías: Fetichismo Autor: ProfeRicardo, Fuente: SexoSinTabues

    ... sonreímos sin razón alguna –Te queda bien, papi, pero ¿No te aprieta mucho?– Y él se jalaba el elástico demostrándome que le quedaba bien y sin mayor incomodidad me respondía –No, normal, me queda ajustadito– Pero yo insistí –Pero papi, te queda apretado– Y yo le agarré el elástico, se lo jalé un poco y lo solté, dejándoselo más abajito, ósea sus pelitos quedaron por encima del elástico. Él se puso serio, pero no dijo nada, fue un pequeño momento de tensión para ambos, tal vez. Él no me regañó, tal y como yo hubiese esperado; no se molestó, ni nada, sólo me miraba a los ojos y luego de pies a cabeza. Luego se observaba a sí mismo y confirmaba –No, así está bien, no me aprieta bebe. ¿Ves?– Y volvió a acomodarse el calzoncillo pero más abajo de lo normal, más abajo de lo que yo se lo había dejado; por un instante pensé que se lo quitaría. Me sorprendió, pellizcándome mi mejilla y diciéndome –No seas terco– Más que un pellizco lo sentí como una caricia dulce y continuó –A ver, el tuyo seguro que sí te aprieta y no puedes respirar– Entonces hizo una maniobra rápida, me forzó a inclinarme pero sin darme vuelta y me sujetó de tal manera que mi cara quedó bajo su brazo y torso, a un costado, mientras él, raudamente, me bajó el calzoncillo a manera de broma, a lo que ambos nos reímos, jajaja. Sin embargo, ese pequeño instante gracioso demoró mucho más. Nos quedamos en esa posición varios segundos. Yo, mientras tanto, podía ver que su calzoncillo estaba bien abajo, tanto que hasta ...
    ... podía verle un poco la raja de su culo; giré la cara hacia la pared y por el reflejo de las losetas pude notar que él pasó de sonreír a ponerse serio otra vez, y también sentí que ya no solo jugaba con el elástico de mi calzoncillo sino con mis nalgas, como que me las acariciaba, hacia movimientos circulares con su mano y se sentía rico, muy rico. Después de unos segundos más, me dijo –Ya vamos, se nos hace tarde– Me subió el calzoncillo y él, al separarse de mí y erguirse para volver a vestirse no pudo ocultar lo evidente. Ufff, le vi su bulto gigantesco. Se le había parado toda la verga; era increíble ver como se había ensanchado su ropa interior por culpa de su tremenda erección. Además, como estaba con el calzoncillo totalmente desacomodado, ya se imaginaran la fuerte impresión que me llevé de mi padre en ese momento y en ese lugar. Tan fuerte fue esa imagen, que por primera vez sentí humedecer mis papilas gustativas; en otras palabras, este niño de 8 añitos estaba babeando de placer por su propio padre y su nuevo calzoncillo blanco. Es curioso, no era la primera vez que veía a mi padre con poca ropa. Varias veces lo vi sólo en short deportivo y sudoroso, cuando venía de jugar al fútbol con sus amigos. Otras veces, solo vistiendo una toalla en la cintura. Insisto, no sé cómo explicar esta reacción mía, pero es que su calzoncillo nuevo, el color blanco, el lugar, el olor tal vez, el cuerpo de mi padre tan juntito al mío, todo me causaba esta nueva calentura. Algunos le llaman ...
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