1. CALZONCILLO BLANCO (Parte 1)


    Fecha: 03/08/2020, Categorías: Fetichismo Autor: ProfeRicardo, Fuente: SexoSinTabues

    ... vestidores, así que se le ocurrió llevarme a los baños del mercado central. Llegamos a los baños, hombres refrescándose en los lavabos, otros meando y sacudiendo sus penes, y claro, el olor inconfundible de un baño público que te penetra los sentidos. Juntos entramos a un cubículo, casi al fondo; cerrando la puerta me pidió que me ponga rápidamente el calzoncillo nuevo, pero por alguna razón, que yo no sabría explicar con certeza, me demoré más de la cuenta. Es decir, me quité el short y le di la espalda, y maniobraba falsamente con la nueva prenda, esperando que él me diga algo. Por el reflejo de las losetas en la pared, yo notaba claramente que él no dejaba de mirar mis nalguitas, y eso me excitaba. Rápidamente me di cuenta que a él le gustaba admirarme, pues tardaba mucho en regañarme para vestirme de una buena vez. Finalmente me dijo severamente –apúrate– y así lo hice. Inmediatamente después de colocármelo yo le sugerí –¿Y por qué no te pones el que te has comprado? Estás sudando, papi– Y entonces él lo pensó un poquito, pues de verdad estaba sudando como un cerdo; ya saben cómo es, salir de compras en épocas muy calurosas y con la cantidad de gente en las calles. Entonces dijo –Sí, mejor para estar fresquito, bebé– Y procedió a desnudarse de la cintura para abajo. Que emoción. Antes de continuar, les cuento que mi padre era un señor de 46 años; mi mamá era su segunda esposa. Era de rostro severo, usaba bigotes, a veces se dejaba la barba pero siempre de sonrisa ...
    ... pícara. Su contextura era gruesa, de panza chelera, tenía pocos vellos, la mayoría concentrados en su pecho y barriga alrededor de su ombliguito hundido. Tenía piernas de campeonato, siempre fue muy deportista, practicaba fútbol y natación, este último deporte le había ensanchado la espalda lo que le hacía ver más portentoso; ¿El resto de sus atributos? pues, mejor continúo con la historia. Se desabrochó la correa, se desabotonó el pantalón, se bajó el cierre y se lo quitó por completo; el polo se lo subió un poco para bajarse el calzoncillo que traía puesto, era uno crema de rayas azules, ya húmedo. Se desnudó delante mío por primera vez en mi vida, lo primero que noté fueron sus pelitos pegados a su piel, producto del sudor, él se los sacudía un poco, jeje, como aireándose ligeramente. Y, por supuesto, su pene; era una verga flácida pero bastante gruesa, apuntando hacia abajo, su pellejo le cubría casi por completo su glande. Yo sentí un vacío en mi estómago, algo indescriptible, como si estuviera haciendo algo malo al ver a mi padre con deseos de no sé qué, y que me costaba mucho disimular. Él, al notar mi ansiosa y casi hambrienta mirada, se sintió avergonzado pues rápidamente quiso ponerse su nuevo calzoncillo blanco, y en el intento, se le cayó al piso, lo recogió, lo sacudió y se lo colocó. Jamás pensé que al ponerse su nueva prenda se vería mucho mejor. Le quedaba apretado a pesar de ser talla L o XL, él metía su mano y se acomodaba el bulto, quedando listo. Nos miramos y ...
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