1. 45.2 Convivencia de cuatro


    Fecha: 30/07/2020, Categorías: Infidelidad Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos

    ... se te ocurra besarme hasta que te hayas limpiado la boca, hueles a alcohol que da miedo. –no me hizo caso y giró mi cabeza para aplastar sus labios contra los míos.
    
    -Así me sabe mejor, tienes la boca tan fresca que contrasta con la mía. –su barba comenzaba a pintar de rasgos duros su cara al marcarla con su profunda negrura, le hacía ver muy sexy y me seducía al mirarle su atractivo, si no fuera porque me raspaba la piel hasta destrozármela, le pediría que la llevara siempre.
    
    Se separó para apuntar con su pene al inodoro y tuvo que esperar unos segundos a que su conducto se abriera, para dejar de un amarillo profundo la azulada agua que había en el fondo del retrete.
    
    Comenzó a excitarme el ver su fuerte chorro como se estrellaba, salpicando en el agua azulada que se iba convirtiendo en verde. Me puse ligeramente rojo por la vergüenza que sentía al desear agarrar su polla y ser yo el que dirigiera su meada y jugar con ella, me hacía parecer un niño que no puede prescindir de su juguete.
    
    Me metí entre los cristales de la ducha y abrí el grifo del agua fría, lo soporté un segundo y tuve que subir el termostato para no comenzar a gritar, las gotas de agua helada parecían cuchillos que rasgaran mi piel.
    
    Un momento después las manos de Gonzalo acariciaban mi espalda pasando por mis omoplatos.
    
    -Siempre protestas por mi delgadez y no ves la tuya, ¿qué es esto que veo aquí? -se inclinó para comenzar a besarlos y subir para pasar sus labios a mi cuello.
    
    -¿Te has ...
    ... espantado de mi polla?, la has mirado y escapado para meterte debajo de la ducha. –dirijo mi mano para apoderarme de lo que acaba de nombrar. ¡Woow! Me vuelve loco de deseo carnal.
    
    -Me excitas demasiado, te deseo y creo que vas a pensar que soy un ninfómano y pervertido. –me abraza aplastando nuestros miembros entre nuestros abdómenes.
    
    -Me encanta despertar esos deseos en ti. Quiero que seas un pervertido y lascivo para mí, que seas igual que yo y sintamos los mismos deseos. Cada vez que te veo se me empina y quiero estar en tu interior, ¿te das cuenta? A veces es un tormento aguantarme. –su boca no dejaba de besarme y movía con fuerza sus caderas para pasar nuestros duros penes prisioneros entre los vientres.
    
    -Me apetece mamarla cada vez que miro tu entrepierna, y tenerte dentro y más cosas. –muerdo con fuerza una de sus tetillas colocando mis labios entre mis dientes para no dejarle marcas.
    
    Me colocó de espaldas y se puso en cuclillas detrás de mí, acercó mi culo a su cara y dio un terrible mordisco que me hizo gritar y me excito más de lo que estaba.
    
    Abrió los cachetes de mi culo y sentí su escupe acertando con precisión en mi ano. Acarició la entrada y comenzó a meter un dedo, luego metió otro y se arrodilló para estar más cómodo y llevar su lengua a mi ano.
    
    Estuvo lamiendo un rato y cada ver me sentía más excitado, mi cuerpo temblaba convulso, no quería ni podía esperar más.
    
    -Dame tu polla, métetela ya, no aguanto sin tenerla dentro. –no me hacía caso ...
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