1. Una profecía auto cumplida


    Fecha: 26/07/2020, Categorías: Hetero Autor: Gabriel B, Fuente: CuentoRelatos

    Llegando la medianoche recibió el mensaje de su novio. β€˜¿Cómo estuvo tu día?’, decía. Ella estaba en el corredor, frente a su cuarto, sentada sobre una silla de madera, con la mirada clavada en la piscina, escuchando los ruidos de la noche. Le molestó leer ese mensaje. ¿De verdad querés saber cómo estuvo mi día, Carlos?, pensaba para sí misma. ¿No será que lo que querés es controlarme?
    
    La casa en donde se alojaba era grande. Podría ser un hotel. Emilia había ido a un viaje de estudio con sus alumnos, y un grupo de profesores. Los docentes se alojaban en esa casa.
    
    Desde que le dijo a Carlos que iba a hacer ese viaje, se comportaba extraño. Ella ya lo conocía, Carlos sentía pavor cada vez que Emilia salía con sus amigas, o cuando conocía gente nueva, sobre todo hombres. Cuando empezó como ayudante de cátedra en la facultad de ingeniería, no paraba de sacarle sutilmente información sobre sus compañeros hombres.
    
    Emilia vio una sombra salir de uno de los cuartos. La figura oscura se acercó a la luz, y reconoció a Santiago.
    
    Era otro ayudante de cátedra. Antes, apenas se habían cruzado un par de veces por los pasillos de la universidad, pero en los dos días que llevan en ese viaje, pegaron buena onda.
    
    Santiago la saludó con un gesto, y se acercó lentamente.
    
    Emilia rió, imaginando la cara que Carlos pondría si viera esa escena. Era tan inseguro el pobre. Sólo con verla charlar con otro hombre lo ponía mal.
    
    Conoció a su novio en un Taller de teatro. Él comenzó a ...
    ... conversarle por mensajes. Trabaron una linda amistad, hasta que Carlos la convenció de empezar a salir. Él era tímido y muy sensible. Desde que ella empezó a darle bola, después de haberlo hecho sufrir bastante, él se había mostrado muy apocado, y aunque intentaba disimularlo, era obvio que consideraba que Emilia era mucha mujer para él.
    
    Lo que le gustaba de su novio, era, a la vez, lo mismo que le molestaba: Su actitud bonachona, su dulzura, su incondicionalidad, su belleza sutil, su sexualidad dispuesta, pero poco salvaje. Todo eso era lo que ella necesitaba, pero a la vez, lo que la hastiaba.
    
    β€” No podés dormir. β€”dijo Santiago, dando los últimos pasos ágiles hasta sentarse a su lado.
    
    β€” Es que la noche está muy linda. β€” dijo ella. Santiago sonrió, mirando el cielo oscuro. De perfil se notaban sus mandíbulas fuertes. Su barba estaba recortada muy prolijamente.
    
    β€” Ni siquiera en lugares como estos podemos librarnos de eso. β€” dijo él, señalando el celular que Emilia tenía en la mano.
    
    β€” Sí, es verdad, debería dejarlo adentro y desconectarme de todo.
    
    β€” No te culpo, yo también ando siempre con el celular. β€” sonrió, mostrando sus dientes perfectos. β€” Disculpá, quizá querías estar sola, y yo acá molestándote.
    
    β€” No, no hay problema, no me molestás para nada.
    
    β€” ¿Fumás porro? β€” Preguntó él.
    
    Ella se sorprendió por la pregunta directa, pero enseguida se le pasó. Después de todo, ambos rondaban los veintisiete, estaban más cerca de la edad de sus alumnos que de ...
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