1. En un centro comercial


    Fecha: 22/07/2020, Categorías: Sexo en Grupo Autor: bimont, Fuente: CuentoRelatos

    ... muy buen gusto —Dijo, Lucia, así se llamaba. Naturalmente nos sorprendió su comentario, tanto Adela como a mí.
    
    —No sé, creo...
    
    —Seguro que tu tía te dejará, oh tenéis prisa.
    
    —Por mí, ningún problema, si tu hermana quiere podemos ir mientras al cine y tenéis dos horas largas para mirar la ropa —Se adelantó Adela, sonriéndome, moviendo la cabeza y con una mirada cómplice hacía mí.
    
    —Lo siento, quizás no ha sido buena idea… —dijo Lucia
    
    —Sí por mi tía no hay inconveniente, acepto encantada.
    
    Nos intercambiamos sonrisas, de aceptación por parte de todos, Lucia agarró su bolsa de mano y la seguí. En el corto paseo hasta el hotel, la observe. Llevaba zapatillas planas, de altura era ligeramente más baja que yo. Un cuerpo explosivo pero quizás por el aspecto sencillo de la chica, pasaba algo desapercibido al primer vistazo.
    
    —Sabes lo que haces, Lucia, pues creo adivinar tus intenciones.
    
    —Sí, soy consciente de lo que hago, soy mayor de edad, ya tengo 19 años, mis padres no saben nada de mis gustos, mi hermana si lo sabe y me encubre, lo de antes la manera de hacerlo y donde, te confieso que es la primera vez, al verte... sentí cosquilleos... deseos
    
    —¿Te gusto?
    
    —Mucho, me habías puesto a cien... ¿Y, tú tía?
    
    Llegamos al hotel, y cortamos los comentarios, sin problemas entramos en el ascensor, se lanzó contra mí para besarme furiosamente, pero nada más entrar en la habitación quise tomar las riendas de la situación.
    
    —Tranquila, ¿de acuerdo?, tengo gustos ...
    ... muy “especiales” —al ver el intento de ella de desnudarse, me clavó su mirada y con cara de sorpresa.
    
    —¿A qué te refieres? Claro, de acuerdo tú dirás, es que estoy muy nerviosa.
    
    —Tranquila y sin prisas, me da morbo desnudarte —le solté el pelo que llevaba recogido, le saqué el top, tal como pude apreciar en el lavabo, sus pechos eran más bien pequeños con relación al resto de su cuerpo, se los acaricie suavemente, besé y succione levemente los pezones, se apreciaba su excitación por la erección, continué con el pantaloncito, su vientre plano, después de la cintura unas marcadas caderas que seguían con unos generosos muslos, entre estos un abultado pubis con el bello bien definido y recortado, se escondía su coño. Pasé por detrás de ella acariciándole sus generosas nalgas, prietas, jóvenes, y levantadas. Me desprendí de la falda, y me apreté contra ellas. Mis muslos contra sus nalgas. Con mi mano por delante acaricié entre sus muslos, hasta el final, las yemas de mis dedos tocaron la entrada que ya estaba húmeda.
    
    —¿Qué haces? —Le permití que se girase.
    
    Mirándome a los ojos. Y sin dejar de sostenerle la mirada, recorrí su raja con un dedo, notando como se humedecía al pasarlo por entre los labios abiertos. Después lo saque lentamente y metiéndomelo en mi boca le dije.
    
    —Me gusta... y sabes que vamos hacer.
    
    —No, no lo sé... —mientras observaba como saboreaba el dedo
    
    —¿Te gustaría meter la mano en mi chocho?
    
    —La mano y la lengua.
    
    —Mira cómo paso mi dedo ...