1. En un centro comercial


    Fecha: 22/07/2020, Categorías: Sexo en Grupo Autor: bimont, Fuente: CuentoRelatos

    ... señal de que estaba dispuesta.
    
    —Quiero tocarte —mientras le desbrochaba el pantaloncito.
    
    —Quiero tu culo —el pantaloncito estaba ya en sus rodillas, llevaba un mínimo tanga y le acaricié sus generosas nalgas.
    
    —Quiero tu humedad —mi mano estaba acariciando por encima de la escasa tela del tanga
    
    —Quiero tu coño —mis dedos tiraron de la elástica, y el tanga bajó hasta el pantaloncito, jugué con el recortado pelo de su pubis.
    
    —Qué pequeña zorra ansiosa eres. Creo que te gusta esto —.En silencio movió la cabeza en señal de asentimiento. No podía negarlo pues la humedad era evidente, separó las piernas cuando lubrificados dos dedos entraron suavemente hasta el fondo, echó la cabeza hacia atrás, recostándola en mi hombro, se mordía el labio, gemidos apagados salían de su boca.
    
    Hice que se inclinara sobre el lavabo, me levante la falda y no pude evitar el movimiento de mis caderas mientras presionaba contra ella. Miré la imagen a través del espejo, por su cara adiviné una mezcla de nerviosismo, excitación y expectativa… mientras pasaba un dedo por sus hinchados labios vaginales.
    
    —Ohhh joder... joder, por favor.
    
    —Por favor que, zorra.
    
    —Por favor, necesito un poco más. Por favor.
    
    Mientras ya había pasado por debajo del top la otra mano sobre sus pechos, eran de pequeño tamaño, no llevaba sujetador, ahuecándolos y apretando, con toques suaves. Las presiones de los músculos de su vagina en mis dedos, intuía que su orgasmo estaba cerca, por lo que tiré de ...
    ... un pezón y lo retorcí, duro, más duro.
    
    —Sabía que te gustaría zorra, estás jodidamente mojada.
    
    —Ohhhh joder, joder. Sí. Sí —ahhhh... Mierda...
    
    —Quiero que te corras ya —Tuve que taparle con mi mano la boca, sus gemidos iban en aumento y en volumen.
    
    —Te ha gustado ¿eh? ¿Estás bien? —Retorcía las piernas y apretaba los muslos, intentado impedir que no apartase los dedos de su interior.
    
    —Oh mierda, me ha gustado mucho —Cuando se recuperó un poco, se giró hacia mí como pudo, pues tenía los pantaloncitos y el tanga en los tobillos, se agachó para recuperarlos.
    
    —Espera, quiero tu tanga, yo no llevo —dije sonriéndome.
    
    —Sí, te lo doy... Por favor, oh mierda, ¿podría tocarte?
    
    —¿Tocarme, el que, dónde?
    
    —Ahhh, por favor, tocarte el coño, por favor, por favor...
    
    —Tócamelo un poco, pero tendríamos que salir, llevamos mucho rato, me gustaría atender a tus deseos, pero... —deje que pasara su mano.
    
    —Sí, tienes razón, mi hermana estará nerviosa.
    
    En aquel momento supe que era su hermana quien estaba con ella. Salimos juntas, una mujer nos miró sorprendida, las dos reímos. Estaban hablando, Adela y su hermana, está en absoluto se sorprendió por nuestra tardanza. Nos enteramos que habían venido con sus padres para la boda de un primo, ellos estaban de visitas turísticas con familiares, y se alojaban en hotel cercano.
    
    —Podrías venir al hotel un rato, me gustaría que me dieras la opinión de la ropa que tengo para ponerme mañana para la boda, seguro que tienes ...
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