1. Era la primera vez


    Fecha: 16/07/2020, Categorías: Intercambios Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... la dije que no siguiese que iba a reventar en cualquier momento. Ella sonreía con mirada pícara. Llegamos a nuestro bungalow, nos fuimos directamente al baño a asearnos, nos pusimos cómodos y pedimos de nuevo la cena. Al poco tiempo llegaron los camareros, pero no eran ni Roberto ni Luis, nos extrañó, pero no hicimos tampoco mucha cuenta. Mi mujer ayudaba a los camareros cuando uno de ellos me dejó un sobre. Les dejé la propina y se fueron, me fui al baño y allí abrí el sobre. Cuan sorpresa verdad? Era Roberto detallándome lo que iba a pasar esa noche, la única condición era que echásemos todas las cortinas y dejásemos la puerta a la playa abierta. Yo a mi mujer no le dije nada, pero la dije que después de cenar me gustaría ir a la ducha y prepararnos bien para jugar en la supercama. Ella accedió como siempre. En la ducha nos duchamos juntos y la preparé como si fuese la primera noche, con una maquinilla la depilé totalmente excepto la zona alta del pubis, luego ella hizo lo mismo conmigo, teníamos la piel de nuestras partes como la cara de un niño, riéndonos nos dirigimos a la cama. como yo ya tenía preparado todo había echado las cortinas y en vez de encender las luces había puesto velas alrededor de los muebles de la cama, dando una iluminación romántica. Pero la sorpresa estaba allí a cada lado de la cama estaban Roberto y Luis, totalmente desnudos. Mi mujer me miró y yo la dije que no pasaba nada, ella me cogió de la mano y según se iba acercando a la cama, los dos ...
    ... mulatos hacían lo mismo, Roberto exhibía una polla descomunal de por lo menos 22 centímetros no muy gorda pero empinada como una lanza, Luis la tenía un poco más pequeña 18 pero bastante gruesa con un capullo sonrosado. Los dos se acercaron a mi mujer y la ayudaron a que se tumbase a lo largo de la cama suavemente, mientras lo hacía la manoseaban lentamente, mi mujer gemía como una gata en celo. Después de dejarla acostada se acercaron a mí y colocaron una silla al final de la cama, me hicieron sentarme y con dulzura me ataron con dos pañuelos de seda las manos y los pies. Luis se fue hacia mi mujer y empezó a acariciarla con la punta de los dedos, recorrió todo su cuerpo pero sin tocarla ni los pechos ni su vagina. Mientras Roberto hacía lo mismo conmigo. A mi nunca me había tocado un hombre de esa manera, pero mi polla estaba que reventaba. Mi mujer se movía como una serpiente con el manoseo de Luis, se fue acercando con su pollón hasta que se la dejó a la altura de la cara, mi mujer no lo dudó un momento, con las dos manos en la polla todavía le sobraba para poner dos más y se la acercó a sus labios, intentó meterse el capullo en la boca pero al primer intento no pudo, empezó a jugar con la lengua rodeando el capullo y al tercer intento se la metió en la boca sin dejar de gemir, mientras Roberto bailaba a mi alrededor sin dejar de tocarme, estaba super excitado, cuando me quise dar cuenta estaba con la polla de Roberto junto a mis labios y él con movimiento lascivo me la colocó ...
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