1. Era la primera vez


    Fecha: 16/07/2020, Categorías: Intercambios Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... estremecía de gusto, mientras Luis me dejó por un momento y se unió a mi mujer tocándole las tetas y manoseándola el clítoris. Yo estaba de espectador pero no por mucho tiempo, indicándome que me acercara, le puso la polla en la boca de mi mujer y poniéndose un poco en pompa me sujetó la cabeza por detrás para que le comiese el culo, otro acto que nunca hubiese echo, pero esa noche era loca de verdad. Mientras Roberto seguía penetrando dulcemente el culo de mi mujer, ya había conseguido meter la mitad, entraba y salía con soltura y mi mujer pedía más. Al cabo de los minutos Luis se levantó y se cambió por Roberto. Que hizo lo mismo colocar la polla en la boca de mi mujer y me invitó a que le comiese el culo. Luis humedeció con los jugos del coño de mi mujer el capullo, la metía en la vagina pero solo la punta, suficiente para que mi mujer cada vez que lo hacía gemía y apretaba la polla de Roberto, que se ponía más tiesa y venosa de lo que era. Luis cuando notó que ya tenía suficiente liquido vaginal en el pollón lo acercó al culo, lo restregó y con suavidad supina intentó meterla, el primer envite no pudo, pero al segundo medio capullo desapareció del culo dilatado de mi mujer que no dejaba de chupar y gemir. Luis sacó la polla y volvió a intentarlo, momento en que el capullo desapareció por completo, mi mujer gemía como una loca pero Luis la sacó y volvió a meterla tan lentamente que parecía eterna la penetración, cuando desaparecía el capullo empuja un poco más y la volvía ...
    ... sacar, repitiendo otras tantas veces hasta que por fin la metió hasta el fondo. Mi mujer se contorsionaba pero no de dolor si no de gusto. Eso sí sin dejar de chupar huevos y polla de Roberto, yo alternaba con su culo y me gustaba sentir la polla en mi mano mientras la manoseaba y tocaba los huevos. Luis estaba con su faena cuando mi mujer se corrió moviéndose como lo hacía implicó a Roberto que no dejó de gemir mientras echaba toda la leche en la boca y cara de mi mujer que no dejaba de chupar y deleitarse. Con una mano me invitó a que acompañase a mi mujer, que yo observándola no pude resistirme, el gusto de lefa ajena me estaba poniendo a mil. Pero Luis seguía bombeando en el culo de mi mujer, Roberto con la polla aún tiesa aún después de correrse, aprovechó mi posición para salirse de entre los dos y ponerse detrás mía, empezó a comerme el culo metiendo de vez en cuando un dedo y después otro y cuando quise darme cuenta me estaba dando por culo, la polla de Roberto me estaba atravesando con pasión, no tenía dolor ninguno, sería por la excitación o sería por lo que estaba pasando por mi cabeza, era gusto. Mi mujer se movió un poco hacia un lado para cogerme mi polla y metérsela en la boca y mientras observaba como los huevos de Roberto chocaban contra mí parte baja del culo, de vez en cuando acariciaba los huevos de Roberto y los míos que coincidían con los envites, Luis no dejaba de embestir a mi mujer por el culo en un interminable ciclo de mete y saca. Al cabo de unos ...
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