1. Por un balde de tierra


    Fecha: 10/07/2020, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... a la piecita les supliqué que no me hicieran daño, pero el encargado envalentonado ante sus secuaces me dijo: mira mamita, si te portas bien y haces todo lo que te mande vas a poder irte, si no, hago un pozo, te tiro, lo tapo con escombros y fuiste, además mamita, nadie sabe que estás aquí, así que es mejor que obedezcas y la vamos a pasar bien, te lo aseguro.
    
    Yo rezaba en silencio y trataba de calmarme. El hombre, sin dejar de amenazarme con su navaja comenzó a acariciarme el cuello y a besarme en la boca con su asquerosa lengua. Me quitó la musculosa utilizando la navaja y me empezó a sobar los pechos. Con fuerza los masajeaba en círculos y cada tanto me pellizcaba los pezones para endurecerlos. El muy bruto me puso una mano entre las piernas y apretó hacia adentro queriendo hundirme sus dedos mientras soltaba una carcajada.
    
    Cuando se cansó me dijo entre risotadas: mamita, busca adentro de mi pantalón a ver qué encuentras. Me quedé paralizada. Me parece que no me oíste dijo y acercó nuevamente la navaja a mi cuello y la deslizó por mi pecho y mis senos. Temblando de miedo y casi sin mirar bajé la cremallera del pantalón y metí la mano hasta sacar su miembro. Era de tamaño normal aunque todavía estaba dormido. Me ordenó que se lo chupara. Miré alrededor buscando ayuda pero solo encontré la mirada perdida de los otros dos que se baboseaban observando y masajeándose sus propios miembros por encima de los pantalones. Me tomó del pelo y tiró hacia abajo haciendo que me ...
    ... inclinara. Yo resignada lo mantenía asido con mi mano y comencé a lamerlo con asco pero se ve que al encargado eso no le afectaba viendo como crecía y la forma en que se endurecía su miembro. Mientras me tiraba con fuerza del pelo yo pasaba mi lengua lo mejor que podía por todo lo largo de su pene y me detenía en su cabeza que ya había salido de su capucha.Mientras tanto al que le decían zurdo se había ubicado detrás de mí. Me quitó primero la mini y luego me bajó la bombachita, dejándome completamente desnuda salvo por las zapatillas que conservaba puestas. Ubicado a mis espaldas me separó los pies, se humedeció los dedos y comenzó a pasarlos todo a lo largo de mi raja. Yo a esa altura comencé a sentir el placer que me proporcionaban sus dedos y lamía con esmero la pija del encargado pasando mi lengua desde los huevos hasta la punta, alternando, la metía bien adentro de mi boca ya que no era de tan grande tamaño y la pajeaba con mi mano para apurar las cosas. El zurdo había comenzado a pasar su lengua por mi conchita deteniéndose particularmente en mi clítoris y ya me estaba metiendo sus dedos primero de a uno y luego de a dos bien adentro. Cada tanto el encargado me daba un tirón del pelo porque "me iba" y no se la chupaba bien, entonces lo pajeaba frenéticamente y me la metía casi entera en la boca, pero a esa altura era yo la que deseaba tener un pedazo de carne adentro mío. Cuando el encargado llegaba al orgasmo comenzó a bombear como si me estuviera cogiendo por la boca, ...
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