1. Por infiel, inicié a mi esposa en la prostituc (8)


    Fecha: 24/06/2020, Categorías: Confesiones Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... enorme pelirrojo, le dije. “Este es nuestro hogar, siéntete bien, y disfruta los momentos que va a pasar con nosotros, y cuando salgas se discreto en todo” El, todavía sin entender mucho, dijo que así lo haría.
    
    Abrimos una botella de Brandy, y comenzamos a beber unos tragos con él. Luego delo cual, ella, aunque estaba visiblemente nerviosa, se puso más receptiva, momento en el cual intervine de manera decidida.
    
    - Andrea, ¿No crees que hace algo de calor? Quiero que vayas conmigo dentro y te pongas algo ligero. Jaime ¿te gustaría ver a Andrea luciendo una de las prendas que adquiridos en el Shopping? Jaime, sorprendido, y algo anhelante, se apresuró a decir que sí. Andrea estaba al borde del pánico, y al llegar al dormitorio me dijo sofocada: “que vas a hacer, que vas a hacer”, nada, le dije, solo quiero que te pongas este traje de baño rojo de una pieza, y salgas conmigo a la sala.
    
    - “Pero…él está allí” me dijo suplicante y extremadamente excitada.
    
    - ¿No querías lucir tu cuerpo? Hace un rato lo hiciste en la calle, ahora solo lo harás para nosotros, cámbiate ya, te esperamos. Y salí. En la sala, el pelirrojo, algo expectante, quería entender lo que pasaba. “Que ocurre? me dijo. Espera, ahora viene lo más espectacular de la noche. ¿te gustaría ver a mi esposa en traje de baño? El abrió los ojos grandemente, y sonriendo me tomó del brazo: “eres tremendo…” me dijo.
    
    - ¡¡Andrea, sal ya!! Le grité desde la sala, y Andrea no salió. después de un corto rato, ...
    ... ingresé al dormitorio, donde Andrea; indecisa, tenía ya puesto el sexy y apretado traje.
    
    - ¡¡Hay, mi amor, tengo miedo de salir!! Decía temblando de temor y excitación. Yo tomándola suavemente de la mano, la conduje en dirección de la sala. “colorado”, le dije sonriendo a Jaime, “quiero que contemples a la mujer más sexy del mundo”, y me senté en un sofá. Y la invité a salir: “¡¡Andrea, sal ahora!!” y ella, nerviosa y muy lentamente, hiso su apasionante aparición.
    
    La mujer que se mostró ente nosotros, era la hembra más provocadora que yo había visto jamás. Ese traje de baño rojo de una pieza la hacía ver como una esplendorosa bomba sexual, parecía una escandalosa puta deseosa de mostrarse y ser culiada con empuje por hombres duros como nosotros. Ese traje hacía que sus curvas sobresalgan de manera deshonesta e impúdica, y sus anchas caderas y senos eran una viva invitación a someterla y violarla repetidamente. Al pedirle que se dé la vuelta, los cachetes de sus grandes, redondas y perfectas nalgas, se desbordaban con morbidez y voluptuosidad de los bordes del traje, con una indecencia que convirtió a mi verga en un duro garrote, mientras el pelirrojo, con una mirada delirante, se sobaba un bulto en su pantalón, que parecía no esconder una verga, sino un bate de beisbol. Ella, entretanto, con sus lindas mejillas sonrojadas por el rubor se la veía muy tímida, pero después de un momento de duda, arrebatada por una sensación de fuego, y el anhelo que la quemaba, la impulsó sin ...
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