1. Mi sobrina


    Fecha: 24/06/2020, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... primera vez".
    
    "No te preocupes, no tengas miedo, si lo haces con una persona de experiencia, como creo que es tu novio, lo vas a disfrutar mucho, me intranquilizaría si fuera algún joven de tu edad porque ellos no saben manejar esas cosas y se va a encontrar igual de nervioso a usted lo que podría ser frustrante, como me sucedió a mi la primera vez", le dije tratando de darle poca importancia a su miedo, pero ella dijo: "Mis nervios es porque la tiene muy grande y gruesa, por eso es que lo masturbo, para tratar de calmarlo".
    
    Me asombró que hablara de ese modo tan crudo, y más ese comentario de "lo masturbo" y le pregunté medio titubeando "¿qué es lo que le haces?", y agregó "ya sabes, lo acaricio y se la chupo. De esa forma lo voy postergando". Cuando escuché ese comentario un escalofrío me recorrió, la espalda y sentí que me excitaba al imaginármela y no supe que decir.Y ella murmuró "no se cuanto tiempo más voy a aguantar sin hacerlo, él es muy ardiente y le encanta que se la chupe, incluso me acaba en la boca y yo me trago el semen" agregó con un tono algo excitado, "no sabes lo grande que la tiene, casi no me cabe en la boca". Yo a esa altura también estaba excitada y pude ver en sus ojos un brillo extraño y su respiración agitada. Terminó de elegir la ropa que iba a usar y se fue a vestir.
    
    Al poco rato sonó el timbre y cuando fui a abrir me encontré a un excelente ejemplar de hombre, realmente atractivo, que me preguntó si estaba Lina, agregando que era Pedro, ...
    ... el novio de ella. Lo hice entrar y al pasar a mi lado sentí que me desnudaba con la mirada. Realmente no me extrañaba lo que Lina sentía por ese hombre. Era un tipo capaz de lograr que cualquier mujer hiciese lo que él quisiera. Cuando ella llegó, nos presentó y al despedirse de mí me susurró "¿no te parece divino?", a lo que para mi misma me contesté que si, realmente era divino.
    
    Esa noche estuve más que necesitada de sexo y busqué a mi marido, pero el sexo con él era pura rutina. En realidad nunca se le había ocurrido acabarme en la boca, como me había dicho Lina que le hacía su novio y cuando me chupaba él a mí tampoco me hacía acabar porque era sólo por algunos segundos, sólo como preparación.
    
    Al día siguiente solo trabajé por la mañana porque tenía que hacer algunas cosas. Al regresar a casa más o menos a las dos de la tarde me fui a mi cuarto a cambiarme de ropa. Cuando ya me había quitado el vestido sentí que la puerta de calle se abría y entraban Lina y Pedro y se iban al cuarto de ella. Me extrañó que a esa hora estuviesen en casa, pero más me extrañó que ella lo llevase al cuarto.
    
    De inmediato escuché que se empezaban a besar y acariciar. A los pocos segundos sentí gemir a Pedro y no pude resistir la tentación, por lo que me acerqué hasta la puerta de su cuarto, que habían dejado abierta, seguramente para sentir si alguien llegaba a casa, pero lo que menos se esperaban era que yo ya estuviese. Al asomarme al cuarto vi a Pedro acostado en la cama, con los ...
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