1. La señora Ysabela y yo (3)


    Fecha: 18/06/2020, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Otro día más en mi vida en la gris Lima, aunque estos días no lo eran en lo absoluto y sólo esperaba la sorpresa que me tenía preparada la señora Ysabela.
    
    Seguí con mi nueva rutina, y una vez en el techo, dí unos 3 silbidos largos. Al poco rato apareció mi vecina, que al levantar la vista, sonrió y me hizo señas para que baje.
    
    La acompañé hasta la cocina donde ella aún terminaba de cocinar.
    
    - Y, ¿ya estas listo para una nueva experiencia?- preguntó sin voltear.
    
    - Por supuesto, Ysa, yo soy buen alumno.- respondí entusiasmado.
    
    - Eso ya lo estoy viendo, mi niño.- dijo conforme. Bueno, esto ya está listo, así que vamos.
    
    Nos dirigimos al cuarto, y nos desnudamos sin apuros y con total confianza. Luego ella fue hasta la cómoda y abrió un cajón extrayendo algo que no alcancé a ver.
    
    - ¿Qué tienes ahí?- pregunté curiosísimo.
    
    - Algo que nos va ayudar mucho.- respondió sonriendo traviesa.
    
    En su mano se suspendía un frasco de aceite de bebé.
    
    - Me vas a tener que lubricar bien, pequeño.- dijo seductora.
    
    - Eso es para...- respondí sin saber.
    
    - Pues, que hoy vamos a probar el sexo anal.- dijo con seguridad.
    
    Sin demorar, la señora Ysa se subió a la cama y se puso en pose de perrito; mientras me ofrecía su trasero firme y goloso.
    
    Destapé el frasco y me unté un dedo con el aceite, para luego proceder a frotárselo en todo el ano. Mientras estaba en esta labor, una imagen me vino a la mente y la risa salió en arcadas.
    
    - ¿De qué te ríes, pequeño?- ...
    ... preguntó curiosa.
    
    - Es que... ja,ja,ja, bueno te vas a reír.- dije aguantando la risa.
    
    - Ja,ja,ja... pero, ¡dime que cosa es!- dijo ya al borde de la desesperación.
    
    - Pues, que imagine, ja,ja,ja, si tu esposo, mi madre y los vecinos nos vieran así, que pensarían.- dije soltando la carcajada.
    
    - ¡Jaaaaaaaaaaa! te pasas mi niño.- dijo jocosa. Tienes una imaginación.
    
    - Ja,ja,ja, que locura.- dije aún riendo.
    
    - Bueno, bueno, sigamos de una vez.- dijo ordenando.
    
    Yo seguí lubricando su delicioso ano y me animé a introducir el dedo.
    
    - Sí, mi niño, así es.- dijo contenta.
    
    Mi dedo se introducía completamente, ante los movimientos de mi vecina que disfrutaba con la exploración.
    
    - Ya, por favor, empieza a meterme tu verga.- gimió arrecha.
    
    Con la mano izquierda abría sus nalgas y con la derecha ponía el glande en la entrada de su orificio anal. Suavemente, me fui deslizando en su interior, y así, ya tenía metida toda la cabeza de mi pene.
    
    - Ayyyy, sigue papito lindo.- gimió ella.
    
    - Sí, ya entró la cabeza.- dije sin detener mi embestida.
    
    A un ritmo lento, iba dejando que mi verga se introdujera centímetro a centímetro, pues iba siendo consciente de mi tamaño.
    
    - La quiero toda dentro.- gritó con voz de hembra caliente.
    
    Seguí atento a sus pedidos y no dudé en continuar mi labor. Sin embargo, me percaté que no sería tarea fácil pues mi verga empezaba a hacer estragos en la señora Ysa.
    
    - Ayyyyyy, me dolió.- dijo moviéndose y sacando gran parte de ...
«123»