1. Viuda negra


    Fecha: 28/04/2020, Categorías: Sexo con Maduras Autor: dulces.placeres, Fuente: CuentoRelatos

    ... colarse, escuchó una y otra vez sus continuos ‘no’ pero sabía que sus palabras no expresaban sus dedeos.
    
    Oriana estaba de entrecasa, despeinada, desprolija y con aroma a fritura en sus cabellos, esto solo lo excitó a Ariel, una vez más se perdió en su silueta, en una desteñida remera de algodón que resaltaba sus pechos y en una corta falda que mostraba sus perfectas piernas denudas, avanzó decidido, acorralando a la presa.
    
    Sintió a la mujer respirar profundo, pasó sus grandes manos bajo la corta minifalda y llevándolas directo a los glúteos los notó completamente desnudos, apenas una discreta colaless cubría su sexo lo cual provocó una inmediata erección debajo de sus ropas, la levantó en el aire, ella lo rodeó con sus piernas y con sus brazos por sobre los hombros, sus gastadas chancletas cayeron al piso dejando desnudos sus pies de princesa, se fundieron en un interminable beso de locura y pasión, como animales, en una escena propia de películas de Hollywood.
    
    Atolondradamente Ariel la llevo en el aire, adivinando el dormitorio, mientras ella lo besaba y jugaba con sus cabellos.
    
    Al fin, él pudo ver la cama matrimonial, no era una cama más, era el sitio donde Maxi le hacía el amor, era un símbolo, como el trono del rey, un trono que se aprestaba a conquistar…
    
    Solo la tiró sobre el sabroso colchón, ella rebotó y en sus movimientos descontrolados su corta falda se levantó dejándole ver por primera vez su sexo apenas cubierto por una tanga atigrada, se le hizo ...
    ... demasiado excitante, volvió a tomarla a la fuerza y al acomodó en cuatro patas, luego apretó su espalda sobre la cama hasta conseguir que la cara de Oriana quedara sobre las sábanas, entonces centró su vista en el generoso trasero que tenía a su merced, levantó bien la pollera y se encandiló con el casi hilo dental de la tanga, el único obstáculo que se interponía entre ambos.
    
    Apenas la corrió a un costado, sacó su verga y la enterró por completo en el sexo femenino que se derretía en jugos.
    
    Empezó a cogerla con fuerza, con vehemencia, sintiendo la dulce suavidad del interior femenino envolviendo su pija, con sus manos rodeando la diminuta cintura de Oriana, su vista le dejaba ver demasiadas cosas excitantes que no alcanzaba a disfrutar en plenitud, el rostro de esa mujer, con los ojos cerrados y la boca entreabierta, jadeando y gimiendo como puta en cada embate, o la perfección de esas nalgas redondas y macizas apenas interrumpidas por la less, o el esfínter amarronado que se abría en forma exagerada ante el incitándolo a pecar más, o la completa entrega y sumisión de esa mujer.
    
    Y a todo lo que llegaba a su cerebro en esta situación se sumaba la excitación especial de ‘estar con la mujer de su amigo’, en ‘la cama de su amigo’, cogiéndola, haciéndola suya…
    
    No tardó demasiado, como resistirlo, sintió acabarle en lo profundo, todo, excelente, perfecto, varias contracciones rítmicas de su sexo para dejar la firma de su placer…
    
    Se siguió moviendo hasta perder rigidez, ...
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