1. Hotel (rutina diaria)


    Fecha: 28/04/2020, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... fue anillada, a partir de ahora sufría nuevas torturas. La que más disfrutaba era la flagelación, sentir el impacto de las finas tiras sobre mi piel al enfocarse en mi cuerpo, me hacía sentir un placer extraño e indescriptible junto con el dolor, todos los días de cuarenta a cincuenta latigazos repartidos por todo mi cuerpo, y en cuanto me recuperaba me aplica una tortura nueva, o ideada por mí o que salía de la imaginación de mi Madame, la que más le ha gustado y ha modificado es la del agua muy caliente, mis tobillos los dejó unidos con mis hombros, y mi pelo largo fue utilizado para mantener mi cabeza mirando al techo, la alcachofa fue fijada para torturar a mi clítoris. Por último mis muñecas se quedaron unidas por un fino tubo metálico y mi mandíbula parecía querer desencajarse de su lugar. Las anillas de mis tetas fueron unidas entre sí con un fino cordel muy corto, luego otro cordel bastante largo fue de una treta hasta mi cuello, ciñéndolo y llegando hasta la otra, sentía que mis pezones iban a expulsar las anillas. La del clítoris fue tensada con mi pelo, recogido en una sencilla cola de caballo, mientras que las de los labios fueron unidas a los dedos de los pies, siendo igualmente tensadas. Ojalá pudiese estar siendo utilizada así durante el resto del año, enseguida abrió el agua caliente, tan caliente estaba que me quemaba, y fue llenando la bañera hasta cubrir mis torturadas tetas, dejándome un rato largo pasado el cual empezó a terminar de cubrir la bañera con ...
    ... sacos de cubitos de hielo, hasta que el agua se quedó completamente helada, gemía tanto con el agua muy, pero que muy caliente, como con el agua totalmente helada. El suplicio terminaba para mí cuando no podía reprimir un orgasmo espectacular.
    
    Madame
    
    La perra me hacía disfrutar como nunca, se levanta antes de que salga el sol y lo primero que prepara es su castigo, busca entre mis útiles de tortura los que más dolor provoca, sobre todo los látigos. Después de que me coma el coño para despertarme, se va para la sala de juegos, cuando llego la veo perfectamente situada e inmovilizada, con sus brazos por encima de su cabeza y sus manos unidas a un gancho. Su boca estaba muy abierta, ya que se había colocado un pequeño aparato que le obligaba a mantenerla lo más abierta posible, a mi izquierda un par de largos y gruesos consoladores y un casco de ciclista hecho de goma, le iba a torturar de una forma dulcemente violenta, cogí los dos consoladores e introduje uno en su boca, hasta el final dándole las primeras arcadas, y antes de que pueda sacarlo de su boca le empiezo a introducir el segundo, con mucho esfuerzo conseguí introducir y mantener los dos dentro de su boca hasta el fondo, en términos taurinos serían dos estoconazos hasta la bola, veo ahora que sólo respira por la nariz, ya que por la boca está sufriendo dolor al tener esos dos pollones de plástico, observo que su cuerpo se contrae parce que sufre arcadas para vomitar. Cojo el casco, y con mucho esfuerzo por parte ...