1. Doña Adriana


    Fecha: 28/03/2020, Categorías: Transexuales Autor: Marko Arias, Fuente: CuentoRelatos

    ... como si fuera una colegiala, se le permitiera hacer travesuras, como en el cine, tocando y siendo tocada como a escondidas, “usted ya me entiende como” me dijo, la verdad si la entendí y bien, porque en mis mocedades, “chacalié” a casi todas mis novias, le hice este comentario con cierta picardía que me agradeció, diciendo, “ya nos vamos entendiendo Profe” y se ruborizó.
    
    Así que me pidió que no rebuscáramos palabras, pues quería que se hablara del tema “a calzón quitado”
    
    —me parece muy bien —le dije— así que doña Adriana, puede comenzar a platicarme todo sobre usted, con todas las palabrotas que quiera.
    
    Mientras le pongo al canal de las películas pornográficas, para que ella entrara en calor; a esas alturas la mujer ya llevaba tres tequilas, y cada vez se ponía más contenta y más atrevida, iba vestida con un traje sastre corto de falda y con una blusa bajo el saco del traje que si bien es cierto que los botones cerraban hasta arriba junto al cuello, en ese momento aduciendo calor los desabrochó hasta medio seno y con sus copas de mama que son aproximadamente del 36−c. pues se le veían unas apetecibles tetas desde el nacimiento de estas… apareció en dicho canal televisivo una especie de show donde era un bar para mujeres con un “chipen del” (solo para mujeres) donde una de ellas le hacia una felación al participante del show, ella comenzó a hacer los siguientes comentarios:
    
    —que buena verga tiene ese cabrón.
    
    Eso me dio la pauta y la seña de que ya deberíamos ...
    ... de entrar al terreno de “el calzón quitado”, le dije:
    
    —Ady, ¿le gusta mamar?
    
    —me encanta Profe —me dijo—… pero mi pinche marido no le gustaba, no se imagina las veces que lo quise hacer buey, pero no me animé, si me deja hacer ahora todo lo que yo deseo, le prometo que no se va a arrepentir.
    
    Por supuesto que le permitiría, de todo, ella estaba pagando honorarios.
    
    Adriana continuó con sus comentarios:
    
    —siempre he tenido espíritu de puta, Profe, pero nunca me he atrevido a soltarlo, hoy le voy a dar rienda suelta.
    
    —adelante Adrianita adelante —le dije.
    
    Nos sentamos en el mismo sillón, y apagué la luz, para simular que era el cine, le dije que podía hacerme todos los comentarios que quisiera, con picardía me dijo:
    
    —¿solo comentarios, o puedo hacer algo más?
    
    —todo a su tiempo Adrianita —le contesté.
    
    Entonces continuó diciendo:
    
    —sí, Profe Marko, la verdad quiero calentarme ¡mire nada más que mamada tan rica! Hay chiquito quien te tuviera en la boca para sacarte toda la leche, papi, que ricura de verga —y cosas así.
    
    Mientras hablaba me sobaba la pierna y casi llegaba a mi pene, se veían escenas muy subidas de tono y la mujer madura, se revolvía en su asiento, para no desentonar, le paseé el brazo, por el cuello y le tallaba muy suavemente por encima de la blusa sus enormes tetas. Ella seguía en su mundo diciendo groserías, y sobándome ya el pene, por encima del pantalón. Entonces le metí la mano a las tetas, y le desabroché la blusa casi toda, le ...