1. Mis mujeres: Dora y Laura (Parte 2)


    Fecha: 15/02/2020, Categorías: Incesto Autor: zitro1, Fuente: CuentoRelatos

    ... y con la otra mano cogiéndole por el pelo.
    
    - Que haces imbécil, no le veo la puta gracia -dijo mientras trataba de zafarse.
    
    - Tranquila, vamos a comprobar lo sumisa y obediente que dices te gusta ser, anoche ordenabas tú, que te parece que ahora sea yo ¿de acuerdo?
    
    - Si... bueno tranquilo.
    
    - Si, ¿qué? ¿Que se dice cuando obedece?
    
    - Si, amo.
    
    - Así me gusta, ¿estás de acuerdo?
    
    - Si.
    
    - Si, ¿qué?
    
    - Si amo, seré obediente
    
    - Espero no tener que emplear la fuerza, no está en mi cabeza hacerlo, además de sumisa que más puedes ser.
    
    - Si amo , sere una perra obediente.
    
    -Sácate las mallas -sin soltarle yo del pelo, obedeció, llevaba unas braguitas blancas diminutas, le palpe los muslos por delante y el culo, pasé las manos bajo la camiseta no llevaba sujetador le acaricie los pechos y apreté los pezones entre los dedos pulgar e índice, aprecié como se le ponían duros, aumenté la presión y fue entonces cuando lanzó unos suspiros que pasaron a un gemido cuando la presión aumentó.
    
    - Perrita, tienes unas tetas preciosas, podría ahora morderte los pezones, pero quiero comprobar lo obediente que eres.
    
    - Ponte en cuclillas, apóyate con una mano en el suelo y con la otra quiero que te acaricies por encima de la braga.
    
    Como si le leyera la mente vi su vacilación, le respondí dándole una palmada en el culo.
    
    - En cuclillas -le ordené de nuevo, se volvió para mirarme.
    
    - Y ábrete bien de piernas -le dije mientras le daba otra palmada en el ...
    ... culo.
    
    Pasaron unos segundos sin ningún movimiento, pero al final obedeció.
    
    - Estate tranquila, vamos a disfrutar los dos, te lo aseguro.
    
    Empezó a desnudarme, ella me miraba alzando la vista mientras se acariciaba siguiendo mis órdenes, me saque lentamente el pantalón del chándal no llevaba nada debajo.
    
    -¡Dios! ¡Me pones tan caliente...! Mis dedos lo envolvieron, con el pulso acelerado el pene se me marcaba grande y duro lo acaricie perezosamente mirándola a los ojos en todo momento. El glande despuntaba en la abertura de la uretra, una tímida gota de esperma salía por la cabeza gruesa y encarnada de la polla, apreté exprimiéndola. Ella sonrió al ver mis maniobras y empezó a prodigarse con más intensidad las caricias siguiéndome con la mirada, el pene rígido, oscilando ante ella, me lo recorrí con una mano, arriba y abajo, parando en el capullo, frotando el frenillo, haciendo que el glande llorara gotas pre seminales que recogía tiernamente con el pulgar para luego extenderlas perezosamente por todo el tallo de la polla, la abarcaba entera con mis dedos, bajando y subiendo por ella.
    
    De pronto pare de masturbarme, no quería terminar de aquella manera, le hice sacar la lengua y que me limpiara el glande, lo lamió, después se la metí en la boca entre sus labios subía y bajaba, entrando y saliendo, se estaba poniendo cada vez más dura, hasta que paré.
    
    - Por ahora ya está bien de chupar… sígueme -con sumisión absoluta la acerque a la mesa de la cocina, le ordene subirse a ...
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