1. El culo de Mariam


    Fecha: 17/01/2020, Categorías: Anal Primera Vez Sexo en Grupo Autor: roleplaylover2, Fuente: xHamster

    ... amigos, que me la habría follado por el culo allí mismo.Ella se dio la vuelta y me enseñó varias revistas y libros. Me explicó que estaba buscando destinos donde ir. De alguna manera su viaje era semejante al mío, sin rumbo fijo. Le comenté los posibles destinos interesantes de aquella zona, que yo conocía bien, como andaluz. Ella era madrileña.No sé por qué, pero en aras de no hacerla sospechar cuán salido estaba, decidí darle las buenas noches y marcharme. No quería estropear mis progresos con ella.- Ha sido bonito conocerte, eres un encanto."Por favor, no me digas eso...", pensé. No hace falta decir que aquella noche en mi litera conseguí correrme hasta 5 veces a la salud de Mariam.Al día siguiente, agotado y con mi miembro dolorido, me levanté para bajarme del tren cerca de Cádiz. A punto de bajar vi a Mariam, con su mochila puesta, acercarse a mí.- Quería pedirte un favor -me dijo, tras darme los buenos días-.Verás..., yo no conozco bien esta zona, no sé dónde ir ni qué ver. He pensado que, como hemos congeniado, quizás no te importaría que fuera tu compañera de viaje durante unos días... Si no te m*****a...Me quedé estupefacto. Aquella tia, que me había hecho correrme 6 veces en mi litera, quería ser mi compañera de viaje. Mi cara debió reflejar tal asombro que Mariam se dio cuenta y lo interpretó como una negativa.- Perdona - me dijo. Es un abuso de confianza...-¡No, no, no! ¡Para nada!- No, de verdad, has sido muy amable y no quiero abusar...- ¡De veras que no, que ...
    ... no! ¡Me encantaría que vinieras conmigo!- ¿De verdad ?- ¡Por supuesto! ¡De verdad que sí!Eufóricos ambos, ella me dio un beso en la mejilla. Noté brevemente una de sus tetazas rozar mi pecho. Ella por mi compañía, yo por la suya, estábamos encantados...Como podéis suponer, pasé unos 10 minutos incrédulo ante mi suerte. Además, nada más bajar del tren me dí cuenta de que mi devoción por su cuerpo estaba más que justificada. Todos los lugareños con los que nos cruzábamos se quedaban estupefactos ante la hembra rubia que veían pasar. Yo sentía una especie de orgullo machista, como diciendo: "¿Has visto la tia tan buena que va conmigo? Pues luego me la voy a follar."No sé si os ha pasado alguna vez, amigos, pero Mariam era ese tipo de tia que te convierte en un imbécil que no hace más que pensar constatemente en lo buena que está, en el polvo que se merece. Pues ese era yo.Ella me invitó a desayunar en una tasca cercana a la estación. Mientras desayunábamos y veíamos posibles rutas, el dueño del bar, al que Mariam no podía ver desde su posición, me hacía con las manos elocuentes y groseros gestos acerca de la delantera de mi amiga. Me dí cuenta de que mi viaje con ella estaría lleno de "anécdotas" de ese tipo.Mariam, sin embargo, parecía no darse cuenta del revuelo hormonal que causaba a su alrededor. Ella parecía vivir en una feliz ignorancia del tremendo deseo que despertaba en los hombres. Esta característica de ella la hacía todavía más excitante. Paseaba su culazo, sus tetas, ...
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