1. Por infiel, inicié a mi esposa en la prostit. (10)


    Fecha: 21/12/2019, Categorías: Confesiones Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... salir a un gigante negro, que sobresalía por lo menos unos 10 centímetros del más alto de su séquito de matones, los cuales le hacían inclinaciones y gestos parecidos a unos dóciles perros. El hombre vestía como si estuviera en la playa, con una florida guayabera llena de palmeras, pantalón y zapatos blancos. Su cuello estaba coronado con cerca de 4 gruesos collares de oro puro, con 5 grandes anillos del mismo metal en los dedos, y un lujoso y brillante reloj. Su aspecto era imponente, muy serio y parsimonioso, y su voz era profunda y algo ronca. Aunque no era feo, su rostro podría inspirar en otros un grave temor. En todo caso, tenía un aire interno que lo hacía ver peligroso, y de sumo cuidado. Este era el muñeco que le había tocado a Andrea por puta.
    
    Al salir del taxi, me saludó brevemente, y luego; con una autoridad que parecía innata frente a las mujeres, tomó a mi esposa del brazo, y aprobando con su cabezota la impresionante belleza de Andrea le dijo: “Estas muy linda, no me imaginaba que fueses tan hermosa” Andrea, muy bien controlada le respondió: “Estoy linda, para el hombre más interesante de Esmeraldas” Pambelé la volvió a aprobar diciéndole: “Ven muñeca, vas a pasar de lo lindo”. Yo, atrás de ellos, derrochando seguridad personal parecía el más discreto, pero peligroso proxeneta.
    
    Al entrar al local, aparte de la música de salsa que sonaba, se hiso el mayor de los silencios, y pasamos en medio de saludos, y las respetuosas genuflexiones de los clientes, ...
    ... las putas, y las discretas mujeres de la sociedad Esmeraldeña, que estaban a punto de convertirse en putas. Nos sentamos en el lugar más prominente y también discreto del sitio. Enfrente de nosotros se veía un amplio, agradable, y bullicioso local, iluminado con luces rojas, verdes, y blancas, había una amplia pista, una pasarela, y en los costados algunos tubos donde bailaban las putas. Al fondo, se distinguía a ver los cuartos donde ellas se ocupaban con los clientes.
    
    Luego de servirnos un vaso de wisky Dimple, el negro Pambelé; con la mayor naturalidad, tomó a mi esposa por su hombro, la acercó a él, y la besó largamente en la boca. Después de soltarla, Andrea quedó mirándolo sonriente, y se acercó a él besándolo a su vez, con una actitud de pasión controlada.
    
    - Así que eres de Guayaquil. ¿Cuánto tiempo tienes de puta?, la interrogó Pambelé.
    
    - Andrea me miró furtivamente, perdiendo por un momento el control, “tengo apenas un mes en el ambiente” le respondió, algo insegura.
    
    - ¿En serio? Entonces tienes esa rica chuchita con poco uso, que bien, eso me encanta, me encantan las putas novatas….
    
    - Al oír esto, pensé que Andrea se derrumbaría, pero al contrario, soltó una alegre risa, que yo sabía era natural, y de manera espontánea abrazó al grande negro diciéndole, ¡¡Qué bien, que rico, eso sonó muy rico!!, y lo volvió a besar con intensidad.
    
    - Entre besos y caricias El negro se empezó a mostrar muy entonado. “ya vuelvo dijo” un momento después.
    
    - Al quedar ...