1. El Cazador - Parte 6


    Fecha: 15/12/2019, Categorías: Gays Autor: johna.2012, Fuente: SexoSinTabues

    ... dinero se tira al chibolo sobre el mueble, frente a todos los demás… Se podría decir que es el evento principal de la noche, entre otros, claro. La tranquilidad y normalidad con la que Tabo nos explicaba aquel espectáculo era atemorizante. No parecían existir límites en aquel depravado lugar. ―Creo que ya es hora de retirarme ―empecé a decir pero una voz gruesa y retumbante acalló mi voz y la de todos los demás en la sala. ―Yo doy Mil ―dijo la voz, haciendo que todos nos volviéramos hacia él, sorprendidos. Se trataba de un hombre mayor, grande, de aproximadamente 1. 80cm, ancho, moreno, con brazos enormes y piernas como muros de concreto. Mientras caminaba hacia el escenario, su enorme miembro se balanceaba como péndulo entre sus piernas, dejando hipnotizados a todos, incluyendo a Santi, quien lo miraba con algo de miedo. ―Mil… Tenemos mil… ¿Alguien da más? ―preguntó Fabián, con una sonrisa. ―2 Mil ―exclamó de pronto un hombre con cabellos blancos, no tan alto como el anterior, pero igual de fuerte. Su miembro también se veía de buen tamaño aunque no superaba al anterior. ―2 Mil… ¿Alguien ofrece… ―¡3 MIL! ―interrumpió el moreno, mirando con cara amenazante al otro. El hombre de cabellos blancos dudó por un segundo y luego asintió con la cabeza, dándose por vencido, más por miedo que por falta de dinero. ―Muy bien, parece que tenemos un ganador ―exclamó Fabián y todos empezaron a aplaudir. El hombre moreno se acercó entonces a Santi y le acarició la cabeza con sus enormes ...
    ... manos, haciendo temblar al muchacho, quien lo observaba con los ojos bien abiertos por la sorpresa y el miedo. Al parecer aquel niño no tenía ni idea en lo que se había metido. Luego de que aquel hombre moreno, quien luego dijo llamarse Ben, arreglara los asuntos de dinero con la gente de Fabián, regresó hacia el escenario, ante la atenta mirada de todos los presentes. ―Es todo tuyo ―dijo Fabián y luego se alejó. Entonces Ben tomó con sus enormes manos el pequeño rostro de Santi y le plantó un beso en los labios, metiendo su lengua en la boca del muchacho y mordiéndole los labios hasta hacerlo gemir de dolor, luego lo soltó y de un solo jalón le dio vuelta, dejando sus nalgas al aire, protegidas sólo por la pequeña trusa blanca. ―Pobre chico, ese enorme pene lo va a destrozar ―suspiré más fuerte de lo que quise. ―Yo si me he comido uno así ―dijo Pablo, sonriendo divertido. Entonces un sonido de desgarro volvió mi atención hacia el escenario. Al parecer Ben había hecho trizas la trusa de Santi y ahora le comía el culo como poseso, mordiéndole y lamiéndole por todas partes como desesperado, haciendo que el pobre muchacho gimiera y gritara de vez en cuando, no sé si por dolor o placer. De un solo jalón, Ben puso a Santi en cuatro patas sobre el mueble y enterró su rostro entre sus nalgas, lamiendo y mordiendo todo su agujero. La gente que observaba, aplaudía y aullaba, animando a aquel enorme hombre a que se comiera bien el culo de aquel pequeño, dándole ánimos, deseando estar ellos ...
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