1. La dulce Julia, buena esposa y madre


    Fecha: 13/12/2019, Categorías: Lesbianas Autor: Gab, Fuente: CuentoRelatos

    ... que necesitaba ayuda y no tenía a nadie más que a mí. La ayudé, y ya está, no ocurriría nada más.
    
    -Bueno -dije.- Me alegro haberte ayudado, me voy yendo que es tarde y mañana trabajamos.
    
    Me miró y me dijo:
    
    -no quieres quedarte a cenar? Después de ayudarme qué menos que ofrecerte cena.
    
    Ese ligero acento canario me estaba matando.
    
    -Vale, es un trato justo, gracias -dije con una sonrisa.
    
    Nos sentamos en la mesa uno enfrente de otro, ella con el bebé en brazos. Julia llevaba los vaqueros de la primera vez que la vi, que tanto me gustaron, y una camisa también holgada. Como en la primera vez que la vi, me pareció que ocultaba dos buenas razones (otra vez favorecida por la reciente maternidad). Hablamos sobre temas banales al principio, y poco a poco nos embarcamos en temas algo más espinosos (Lilly, Luis...). La verdad que me gustaba hablar con ella, congeniábamos. Y me excitaba también esa ligera sensación que tuve la otra vez también, de que no le era totalmente neutral a Julia.
    
    Al cabo de un rato, el bebé empezó a llorar un poco. Y Julia dijo las palabras mágicas:
    
    -cariño, tienes hambre?
    
    Me miró y dijo:
    
    -te importa si le doy el pecho aquí? No quiero subir arriba, para no despertar a la mayor, le cuesta quedarse dormida. Además estoy demasiado cansada para subir ahora.
    
    Conseguí reprimir mi cara de impresión, y conseguí articular decentemente unas palabras en tono de broma:
    
    -no sé, soy muy impresionable, además soy todavía virgen y sería un ...
    ... shock para mí.
    
    Inmediatamente me di cuenta de la gilipollez que acababa de decir. Por suerte Julia reaccionó bien, se rio y dijo:
    
    -venga ya tío, seguro que has visto unas cuantas tetas ya.
    
    Me había seguido la broma y la había multiplicado por dos. Dije:
    
    -vale, está bien por mí.
    
    Pensé que lo que sucedería a continuación sería, Julia se desabrocharía los primeros botones de la camisa y discretamente daría el pecho al bebé. Con suerte conseguiría arrancar una mirada furtiva de su teta. Lo que en realidad ocurrió me dejó de piedra.
    
    Julia se levantó, se dio la vuelta y caminó hacia una cuna que había pegada a la pared. Dejó al bebé en la cuna, mientras le hablaba cariñosamente sobre cómo iba a comer. Desde mi posición veía a Julia de espaldas (buen culo) y ligeramente su perfil derecho. Vi cómo sus manos se movían delante de ella, desabrochándose la camisa. Entonces, una vez desabrochada totalmente, se la quitó y la dejó en una mesilla de al lado. Mi corazón dio un vuelco. Ella seguía hablando al bebé. Yo veía su espalda desnuda, y ligeramente la silueta de la copa del sujetador de su teta derecha. Entonces se echó las manos a la espalda buscando el enganche del sujetador, lo desabrochó. Posteriormente deslizó sus manos sobre los hombros, y se quitó el sujetador, dejándolo también en la mesilla. Ahora podía ver la silueta de su teta derecha, aunque no llegaba a ver el pezón. Lo que los anglosajones llaman sideboob. Se inclinó para coger al bebé, y vi cómo la silueta ...
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