Mi amiga y su marido - Relatos Eróticos

Mi amiga y su marido

... efectivamente pude notarlo pues un gran bulto se formaba en su entrepierna, inquietándome aun mas que las caricias de mi amiga.

Clau hizo un nuevo movimiento al voltearme frente a ella, y con mucha seguridad acerco mi boca a la suya fundiendo nuestras lenguas, sin dejar de acariciarme al compás de la música; ahora sus manos subían y masajeaban mis senos e instintivamente sujete sus nalgas frotándolas suavemente. El espectáculo debió de ser grandioso pues de reojo pude ver como Joel se frotaba descaradamente la entrepierna, al vernos a Claudia y a mi con nuestros cuerpos y lenguas unidas. Claudia siempre un paso adelante se retiro un poco , solo para bajar los tirantes de su diminuto vestido y dejar al descubierto sus pequeños senos con los pezones muy endurecidos. _ fuera ropa chica! _ me dijo, aunque me quedara quieta sin saber que hacer, ella continuaba sorprendiéndome pues bajando sus manos hasta mis piernas, levanto mi vestido, hasta que Joel pudo ver el encaje de mi pequeña pantaleta, después lo jalo todo hacia arriba dejándome solo en bragas ya que tampoco traía sostén. Nuevamente Claudia se pego a mi pero esta vez nuestros pecho tibios y desnudos chocaron primero, al mismo tiempo que sentía la dureza de sus pezones, que se rozaban al movernos cadenciosamente, nuestras lenguas seguían uniéndose y las manos de mi amiga buscaban la redondez de mis senos, no había reparado en Joel, hasta que lo vi ya con su miembro totalmente de fuera, masturbándose al vernos, entonces ...

... Clau me llevo frente a el y pude ver su enorme falo, muy grueso y con su glande circuncidado y gordo; Claudia con una mirada lujuriosa retiro la pantaleta dejándolo ver mi húmedo sexo depilado, el se enderezo un poco y me atrajo hacia el tomándome de las nalgas y separando un poco mis piernas, comenzó a lengüetear mi vulva suavemente, mientras mi amiga ya había empezado a chupar mis senos y jugar con mis pezones. Entre los dos me tenían vuelta loca, pues la lengua de Joel me penetraba hábilmente y la boca de Clau era de maestra; cuando Joel se había apoderado de mi coñito por completo pues su boca me succionaba y su lengua jugueteaba con mi clítoris, yo sujetaba los canos cabellos de Joel y claudia mordisqueaba mis nalgas y con su lengua subía entre mis nalgas rozándome el ano delicadamente.

Ya me encontraba con una pierna subida a un descansa brazos del sofá, permitiéndole a Joel comerme mejor el coño, cuando intente, pero no pude ahogar un largo gemido que me produjo el orgasmo tan intenso que sentía.

Me deje caer a un lado junto a Joel, solo para ver como Claudia le comía su miembro, se veía impresionante como la pequeña boca de mi amiga engullía todo ese grueso pene, el cual chupaba con entusiasmo. Mientras ella hacia su trabajo el busco mis labios y al mismo tiempo con sus dedos jugueteaba con mi aun húmeda vagina, de reojo observaba a mi amiga dándole una dura chupada al miembro de su marido el cual soltaba solo para bajar hasta sus testículos y subir nuevamente y ...