1. El soldado caradura que me sonrió lindo y me convirtió en su mujer


    Fecha: 09/12/2019, Categorías: Transexuales Autor: Toshka, Fuente: CuentoRelatos

    ... humana en el suelo queriendo levantarse. Como pude pasé a través de los matorrales y me acerqué al caído que se dolía agarrándose un pie a quien le pregunté si podía ayudarle su cuerpo en las sombra indicaba que era un hombre corpulento.
    
    -Perdón, ¿está usted lastimado?-
    
    Se volvió así como no queriendo enseñar su rostro, cabizbajo.
    
    -Estoy bien, creo que solo se me dobló el tobillo-
    
    Me acerqué más porque a la lejana luz de un foco de su palapa pude ver que parecía ser el mismo que me había sonreído esa mañana. No tuvo más remedio que mostrarse y con la poca luz me di cuenta que sonrió y se disculpó.
    
    -Hola, quise bajar un coco y me resbalé. A ver si no se me inflama el pie- me dijo con tono avergonzado.
    
    -No te preocupes, tengo en mis cosas una pomada milagrosa que evitará eso y te calmará el dolor, ahora vengo; no te muevas-
    
    Pasé a mi palapa y rápidamente regresé con el ungüento y una venda. De inmediato se lo apliqué hasta que se sintió el calorcito en nuestras pieles. Tomé la venda y se la enrollé bien ajustada.
    
    -Ahora apóyate en mi para llevarte a tu cama, el reposo te caerá bien y seguro que mañana ya pasará el dolor y no habrá inflación-
    
    -Gracias, que bueno que estabas cerca, te estaré eternamente agradecido-
    
    Le ayudé a levantarse y al colgar su brazo sobre mi hombro nuestras caras se acercaron mucho y pude sentir su respiración, un tanto agitada, quizá por el esfuerzo... me gustó... y más me gustó que al abrazarlo sentí sus músculos de hierro ...
    ... de su espalda y sus brazos. Después él me diría que también gozó del acercamiento y contacto.
    
    A pasitos y brincos llegamos a su cama, donde se sentó y se quedó sin saber que hacer o decir.
    
    -¿Cómo te llamas?- le dije para romper el hielo
    
    -José Roberto, ¿y tú?-
    
    -Arturo... un gusto, José. Para evitar que te lastimes voy a hacer cena y te comparto, ¿te parece bien?-
    
    -Puesss, está bien, si no te molesto mucho, ya te pagaré luego-
    
    -De ninguna manera, esto lo hago sin interés- en realidad no pensé eso, su cama se veía muy acogedora y acolchonada... como para... ¡uffff! sentí calorcito por culpa de mi imaginación. Además, tal vez José nunca pensaría en relacionarse conmigo carnalmente.
    
    -Bueno, ahora vuelvo en cuanto prepare de cenar, ¿gustas sándwiches de pollo o jamón? Es lo que tengo por ahora-
    
    -Sí, de lo que gustes; ¿pueden ser 3?... con la pena pero soy un glotón de marca- me sonrió con algo de vergüenza y me pareció algo tierna su forma de ser.
    
    -No te preocupes, quieres un jugo de naranja o una cerveza para acompañar?
    
    -No tomo alcohol, te agradecería el juguito-
    
    Preparé las cosas y regresé lo más rápido posible. Le entregué lo de él y sentados en la cama nos dedicamos a alimentarnos mientras platicábamos; preguntas personales para conocernos, así supe que había sido soldado y renunció porque quería defender a la patria y no matar a otros Mexicanos, que ahora hace el mal gobierno represor. Al terminar tomé los desechables y los llevé a una cesta ...
«1234...»