1. Venancio, el viejo tendero 5.


    Fecha: 09/12/2019, Categorías: Gays Autor: chichos91, Fuente: SexoSinTabues

    ... ha pedido permiso para grabar con el teléfono, y si a ti no te importa, nosotros se lo damos; ya ha grabado todo hasta ahora, así que, si a ti no te importa, lo dejamos seguir grabando y que no borre lo grabado. Joder, pues sí que sois bien cabrones, bien me pudisteis haber avisado antes. Pero bueno, si quiere participar, yo no tengo ningún inconveniente, por mi parte no hay problema alguno. Luca se acercó a mí, se presentó dándome la mano, luego me abrazó y empezó a darme un pequeño morreo. Llevó su mano a mi polla acariciándola, llevando la mía a su entrepierna, mira cómo me habéis puesto, si llega a seguir un poco más, me voy en los bóxer. Estuvimos charlando un poco mientras terminábamos de beber las copas que teníamos, para poco a poco volver a empezar con aquella pequeña orgía. Pero ahora con la participación de Luca, y mientras tanto, Marcos nos seguía grabando. Mientras Luca se iba despelotando, yo volví a la polla del viejo Venancio. Tenía su polla en la boca, cuando se me acercó Luca, agarró mi polla y huevos con su mano, y con la otra iba metiendo 2 de sus dedos en mi culito. Mientras me follaba el culo con 2 de sus dedos, Luca, con la boca iba lamiéndome por toda la espalda, y dando pequeños mordiscos. Al poco tiempo, sacó los dedos de mi culo, acercó su polla a mi ano. Puso la punta de su polla en mi esfínter, empujó un poco metiendo el glande, esperó unos segundos, y repitió la operación; sacó la cabeza de la polla, y volvió a meterla, dejando el glande en la ...
    ... entrada de mi ano. Le encantaba cómo mi esfínter le apretaba el glande de su polla, y estuvo repitiendo la operación varias veces. ¡Dios! Aquella sensación de estar abriendo continuamente con su glande el esfínter, me estaba volviendo loco, ¡ohhh! Métela de una vez, por favor, le pedí, ¡ooohhh! Vas a acabar conmigo. ¡Ahhh! ¡ummmmm! ¡ahhh! Me gusta como tu esfínter aprieta la cabeza de mi polla al entrar en tu culo, ¡ahhh! ¡ahhh! Que gusto me da. ¡Cabrón, oooohhhh!, métela de una vez, que no aguanto más. Dio un golpe a su pelvis, y terminó por meterme toda la polla. Tan pronto la hubo metido por completo, empezó un vaivén salvaje y frenético. ¡Dios, el chaval era como un toro que no para de envestir! No paraba de gemir; era como si estuviera llorando, o en un lamento continuo. Tan rápido y fuerte me dio, que me hizo correr antes de que él me inundara de semen el culo, ¡ooooooohhhhh, dios me corro, me corro! Las piernas se me doblaban y me temblaban como un flan. Sino es por el viejo Venancio que me tenía entre sus piernas, me hubiera caído al suelo. Menos mal que aquel toro salvaje empezaba a soltar toda su leche, ¡aaaaaaahhhhh, aaaaaaahhhh, gemía mientras me iba llenando el culo con su lechita. ¡Dios, los 2 estábamos sudando como si estuviéramos en una sauna, él abrazado a mi espalda, y yo tumbado sobre las piernas del viejo Venancio, agarrado con una mano su tremenda polla, la cual tenía pegada a mi cara! Cuando el chaval se fue reponiendo fue saliendo su polla de mi culito, ...