1. LA TRAMPA


    Fecha: 05/12/2019, Categorías: Lesbianas Autor: dulces.placeres, Fuente: SexoSinTabues

    ... fin tocó el elástico de mi bombacha, abrí mis piernas, siguió avanzando, sus dedos índice y mayor aprisionaron mi clítoris, era una locura, me masturbaba con violencia, apretaba mi pezón izquierdo, me encantaba, pero de repente los zapatos de mi esposo retumbaron en el piso superior, en la escalera!, nos separamos al instante, me repuse rápidamente, acomodé el camisón, guardé mis pechos desnudos, crucé mis piernas y recuperé la pausa en mi respiración, el no notó nada, pero me sentía una braza encendida… Luego de esa mañana nos hicimos más y más confidentes, ante Diego y el resto de las personas nos seguíamos tratando de ‘usted’, pero era cuestión de tiempo para que pasara lo que tenía que pasar… Mi marido había salido por viajes de negocios, temas de expansión del mercado, por unos días todo quedó sobre mis hombros, se hizo demasiado pesado, demasiadas obligaciones, demasiado stress, estaba a punto de quebrarme por la presión, al tercer día, al llegar a casa solo quería que el mundo me sepultara, Mabel me miró como nunca me había mirado y preguntó: Sonia, alguna vez, no desearías dejar esa armadura de lado? pasas tu vida tomando decisiones y dando órdenes, y si todo fuera diferente? y si solo dejaras hacer? Me encogí de hombros, resignada, que alguien tomará el timón barco y solamente poder disfrutar del viaje, imposible… Mabel parecía haber calculado todo, me tomó de la mano y me dijo: Vení, déjame hacer, por una vez déjame tener las riendas… Me dejé llevar, subimos las ...
    ... escaleras tomadas de la mano, me sentía perturbada, fuimos a su cuarto, hacía tiempo que no entraba en él, me pidió que me relajara, tomó un gran pañuelo y vendó mis ojos, sacó mi trajecito italiano, mi pollera, mis zapatos, mis medias, mi camisa, mi sostén y por último mi bombacha, me sentí desnuda e indefensa, intrigada y nerviosa, sus manos soltaron mi cabello Así, así estás hermosa… Sus labios me sorprendieron cuando chocaron con los míos, reaccioné a la defensiva, lógico, nunca había estado con otra mujer, pero volvió a carga, me entregué nos besamos, nos acariciamos, sentí mi corazón latir con fuerza, mi clítoris pareció explotar entre mis piernas, mi vagina se inundó con jugos, la excitación corrió por mis venas… Me hizo recostar sobre su lecho, sentí el ruido de sus tacos alejarse unos metros y volver a mí, luego un frasco abrirse y una aroma mentolado invadir el ambiente, sus manos humectadas con un exquisito aceite comenzaron entonces a masajear mi cuerpo, a lo largo, a lo ancho, mis pies, mis manos, mis piernas, mis brazos, mi espalda, mi pecho, mi cola, mi cintura, centímetro a centímetro me entregué a ella, me aflojé, perdí mi voluntad, sus dedos ponían especial empeños en solo rodear mis zonas más sensibles, bordeando mis pezones, pero sin tocarlos, bordeando mi vagina, pero sin tocarla, bordeando mi esfínter, pero sin tocarlo… Pero no podía con mi genio, a pesar de sentirme plácidamente aceitada y masajeada como una diosa, las ansias de control volvieron a mí, ...