1. Sexo en la vieja hidroeléctrica -3- octubre


    Fecha: 05/12/2019, Categorías: Erotismo y Amor Autor: superrapado, Fuente: CuentoRelatos

    ... una llave para que nadie moleste. Lentamente se vuelve y con pausados movimientos desliza el pantalón hacia abajo.
    
    Los ojos del confidente están tan abiertos que asemejan los de una lechuza.
    
    Ya casi va a asomar el sexo del agente cuando interrumpe el movimiento.
    
    -¿Y quién me dice a mí que lo que me va a contar merece el precio?
    
    -Lo merece. Prosiga.
    
    -No sé, tengo dudas -se demora acariciándose por encima del pantalón.
    
    -No, no tiene dudas. Tiene necesidad.
    
    -Usted también.
    
    -Ya sabe mi precio.
    
    -Ya sabe lo que tengo. Desembuche.
    
    -No. Desenfunde.
    
    -Veo que me desea lo peor. Me decepciona.
    
    -Falso. Yo sólo deseo hacerle gozar.
    
    -Hágame gozar con lo que sabe.
    
    -Deme algo de lo que tiene.
    
    -Los hechos.
    
    -Una prueba. Y la quiero ya.
    
    El policía le mantiene la mirada y se mete la mano en los estrechos pantalones. Juguetea por unos segundos.
    
    El administrativo observa como perro hambriento un delicioso hueso.
    
    Aquél saca por fin la mano y muestra en la punta de sus dedos el brillo de un líquido corporal translúcido.
    
    -¿Lo quiere?
    
    El empleado se precipita hacia la mano y la chupa como si de ello dependiera su vida.
    
    -¡Más! Se lo suplico.
    
    -Primero quiero saber qué pasó.
    
    -Al menos, déjeme ver cómo destila.
    
    El policía se baja unos centímetros la cintura del estrecho pantalón hasta que asoma la punta de su miembro. Una gota de preseminal se hace presente en ella y se desborda precipitándose al vacío pendiente de un hilo ...
    ... gelatinoso hasta que se rompe y cae al suelo.
    
    El empleado lame la baldosa de terrazo donde ha caído.
    
    -Le prometo más si lo que me cuenta es revelador -y le hace una caricia en los labios.
    
    Rendido ante el hombre que sojuzga sus pasiones, el administrativo larga lo que sabe:
    
    -Mi amante me ha contado que cierta noche de verano, estando con el hombre con el que guardo tanta semejanza, se presentó un tercero.
    
    -En la hidroeléctrica.
    
    -Sí.
    
    Ese tercer hombre iba armado con una escopeta de caza.
    
    -¿Lo reconoció?
    
    -Lo reconoció. Porque lo primero que hizo fue insultarles calificándolos de “cerdos maricones”.
    
    -¿Y quién era el tercero?
    
    -El padre del difunto.
    
    -¡¿El padre de Cipriano?!
    
    -Al parecer tenía sospechas de esos encuentros.
    
    -¡Pero si en los archivos consta que fue él quien denunció la desaparición de su hijo!
    
    -Mi amante me contó que antes de disparar hubo unas palabras entre padre e hijo en las que el progenitor le dejó muy claro que antes que maricón lo prefería muerto. Y apretó el gatillo.
    
    Alcanzó al joven de lleno y después cargó para ir contra quien usted pensaba que cometió el crimen. Le hirieron algunos perdigones, pero eso no le impidió seguir huyendo.
    
    -¿Y no lo denunció?
    
    -Sexo entre hombres, un pueblucho como éste... Hubiera sido su fin.
    
    Guardó silencio y se hizo casi invisible por aquí. Hasta que falleció el autor de los disparos, que, según me ha contado, no tardó mucho.
    
    -Me dijeron que del pesar por la desaparición de su ...
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