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Sexo en la vieja hidroeléctrica -3- octubre
Fecha: 05/12/2019, Categorías: Erotismo y Amor Autor: superrapado, Fuente: CuentoRelatos
... administrativo devuelve la fotografía. -No fue sólo la madre de Cipriano quien cayó en la cuenta del parecido; también el hombre con el que usted mantiene encuentros. -¿Y eso qué importancia tiene? -Cipriano y él eran amigos. Puede que más. ¿Palidece? -Lo que me cuenta no me divierte. -Cipriano desapareció hace diez años. No se despidió. No se llevó nada. Se lo tragó la tierra. -¿Investigaron? -Con desgana. Cuatro interrogatorios, dragaron algo por el río y lo dejaron correr. La madre no descansa. Dice que ni siquiera ha podido dar cristiana sepultura a su hijo. -Pero nadie sabe si está muerto o qué. -Alguien sí lo sabe. -¿Quién? -El hombre con el que usted pasa alguna velada que otra en esa ruina a la que se encamina. -¿Tiene pruebas? -se defiende el administrativo con voz tensa. -Las busco con afán. Pero mi colaborador se achanta a la hora de la verdad. Mi colaborador no sabe que practica fornicio con el único candidato a responsable de que Cipriano no esté con nosotros. -Supongo que no bromea. -En modo alguno. El administrativo se aprieta el chambergo que viste, como si quisiera protegerse de un frío repentino. -Acaba de arruinar las migajas de vida sexual con las que me alimentaba. Estará orgulloso. -Me preocupa su seguridad. -Permita que lo dude. Me pregunto si no ha visto en todo este asunto la oportunidad de obtener una medalla con la que salir de aquí. El rural, pillado a contrapié, se distrae por un ...
... momento con el vuelo de unas aves migratorias que retornan al sur. -No se lo niego -contesta. -Y la tentación es tan mayúscula que no ha dudado en tocarse la entrepierna, insinuante, en mis narices. -Ya sabe, soy peor que un áspid. Pero pienso en usted en los brazos de ese hombre en la hidroeléctrica y me preocupa que pueda correr una suerte similar a la de Cipriano. -¡Qué sentido es usted! -No le miento. El agente se acerca aún más al administrativo, hasta esa distancia donde los seres sienten que se invade su espacio vital. -Hace unos días los vigilé. Vi cuanto hacían. -No tiene gracia. -Le confieso que tuve que apartar la vista y finalmente dejarle solo con el presunto. -¿Razón? El agente medita la repuesta. -La tentación. -¿El sexo furtivo y maldito le llamaba cual sirena malvada? -Le vi arrodillado y engullendo. Usted me había hablado... pero la imagen me provocó un deseo como no había pensado y… me marché. -No sólo hubo felación. -Prefiero no saberlo. -El me dio la vuelta, me inclinó la cintura, me besó entre los glúteos, me empapó con su saliva, me visitó con su lengua... -No necesito que me lo explique... -Consigue que lo desee, logra que nada me importe en el mundo. Y me hace gemir de placer. Soy así. Gimoteo cuando me dan placer. ¿Vio de qué manera me clavó el sexo? -Ya le he dicho que no aguanté tanto. -¡Me llegó tan hondo, me folló con tanta seguridad...! Sabe lo que quiere, pero también lo que me ...