1. A mí hermana a los 14 le gustaban grandes


    Fecha: 03/11/2019, Categorías: Incesto Autor: Hansolcer, Fuente: SexoSinTabues

    ... manera de matar mis celos. Así, sin que se quitara el vestido la acosté sobre aquella alfombra de hojas secas. Le subí la falda dejándome ver aquel chocho rodeado de pelos negros. Urgido o no, me coloqué entre sus piernas que ella había abierto formando una V. Sin preámbulo se la metí de una, despacio pero lo suficiente para sentir aquella vulva caliente y encharcada de líquidos. La expresión de su cara me lo dijo todo, le había encantado. Fueron segundos de espera y ahí estábamos follando, Juan hacia disfrutar a mi hermana y yo me cogia a la suya. Mis celos acabarían en aquel chocho que parecía estar acostumbrado a ser penetrado. Beatriz ahora era cogida por el culo, Juan parecía que había llegado al final. Blanca me cabalgaba frenéticamente, quizá todos nos contagiábamos mutuamente porque sin acordar nada estábamos arribando a la meta juntos. Yo aferrado a las caderas de Blanca trataba de seguirle el ritmo, sabía que era cuestión de segundos para correrme pero quería hacerlo junto a ella y así lo hicimos. Fue un orgasmo pleno, rico. Sentí que mis celos de hermano salieron disparados hasta alojarse en aquella vagina por demás ...
    ... caliente, Blanca respirando agitadamente en mi cuello. – Que rico primo – decía. Que rico amor, que rico me hiciste sentir. Abrazados como estábamos, escuchamos cuando Juan y Beatriz terminaron. Extraño o no, mis celos yacían en lo más profundo de Blanca, quien ahora que habíamos terminado volvía a ser fea y tímida como su hermano. Nos vestimos. Beatriz y yo nos retiramos primero. Fue Juan quien quizá intento dejar sentado el hecho de que esto se repetiría: - Prima – dijo refiriéndose a mi hermana – su secreto va a estar seguro conmigo siempre que seas buena conmigo. No le respondió. Salimos rápido, quizá habíamos caído en cuenta que aquello no debió haber pasado. Ya en la calle rumbo a la casa de nuestros tíos, que estaba a unas cuadras, pregunte: - ¿Te gusto como te cogio el chango, verdad? - ¿Y a ti te gusto cogerte a la fea de Blanca? Ya no hablamos. Quizá no solo yo había sentido celos, pero yo los había derramado en aquella cueva que quizá nunca volvería a visitar o quién sabe. Porque a mis 15 la calentura era mucha y a veces había que buscar sexo afuera de mi casa. Quién y alguna vez decidiera visitar a mis tíos del campo. 
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