1. Mi nueva vida con mi hija


    Fecha: 12/10/2019, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... gracioso) -Si papi, pero me apetece mucho repetir lo de antes (me lo dijo con una voz entre mimosota y cachonda) Me di la vuelta y me puse de frente a ella, estaba completamente desnuda, le miré sus ojos, su pecho, su barriguita, y ese chochito tan lindo que me tenía loco y de nuevo la miré a los ojos y le di beso en la boca. Mi hija me abrazó muy fuerte y yo, aprovechando el abrazo, la cogí del culito con las dos manos, cargándola y tumbándola en la mesa de la cocina, le separé las piernas lo más que pude, le abrí los carnosos labios mayores que no dejaban ver su clítoris, y me empecé a comer ese chochito que era una maravilla, y cuando empezó a mojarse, le metí un dedito, a lo que mi hija me respondió: -Ah, sigue papi, me está gustando mucho (y le metí otro dedo) -¿Te gusta hija? (pregunta tonta, porque la rajita ya empezaba a parecer un río) -Si papi, más, más quiero, más (a mi tierna hija le encantaba el sexo, quien me lo iba a decir) -Pues ahora verás (me puse de lado, y con una mano en su barriguita y con dos dedos de la otra metidos hasta el fondo de su rajita, empecé a moverlos rápidamente, tocándole la cara superior de su vagina) -Ah, ah! no papi, no tan rápido, no aguanto más! Una fuente salió del chochito de mi hija a cada sacudida que le daba, fue bestial el orgasmo que tuvo, ni en mis sueños más morbosos hubiera imaginado esto. Mi hija se quedó convulsionándose en la mesa mientras yo la miraba. Ella, con la manita, me empezó a acariciar los huevos, fue la ...
    ... señal. Me puse entre sus piernas y se la fui metiendo poco a poco, era una pasada meter la polla en ese agujerito tan estrecho y húmedo acompañado de esos labios tan carnosos y bonitos que parecían envolverme. -Ah papi, que sensible lo tengo, como noto tu… ah! -A ver si la puedo meter toda, ¿vale Noemi? (la tenía hinchadísima, yo mismo no podía creer que ese chochito tan bonito se estuviera tragando mi pollón, que estaba más grande que nunca) Poco a poco fui metiendo cada centímetro hasta que toqué fondo, pero mi hija parecía querer meterla toda, así que me abrazó con fuerza y cerró las piernas en mi cintura. -Papi, te quiero mucho, no quiero que me la saques. -Ya verás cariño, esto te va a gustar, abre las piernas para que pueda pasar las manos y agarrar tu culo. -Si papi, hazme lo que quieras (abrió las piernas y así pasé las manos hasta agarrarla del culo y la cargué en peso) Mi hija, que no llegaría ni 50kg, en el aire parecía una muñequita en mis brazos y sin previo aviso comencé a metérsela a toda velocidad. -Ah, ah, ah, papi, ah (a cada embestida le llegaba hasta lo más hondo) Así estuvimos unos 10 minutos, yo le iba cambiando las piernas de posición. Se las juntaba en mis hombros, las abría mientras ella me abrazaba el cuello, hasta que mi hija se tensó, echó la cabeza atrás y se corrió por cuarta vez. Yo, que aún no me había corrido, la dejé tumbada en la mesa de la cocina y mirándola me vine encima de sus pequeñas tetitas. -Papi me lo voy a pasar muy bien estos días, ...
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