1. Mi nueva vida con mi hija


    Fecha: 12/10/2019, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... con una sonrisa de oreja a oreja) -Mira si es la Noemi, ¿qué tal guapísima? como has crecido. ¿Qué vienes a hacer deporte con tu papi? -Sí, con mi padre y contigo (dijo con una sonrisilla la cual no me hizo mucha gracia) Pablo es el típico guaperas de gimnasio rubio y de ojos azules, que tenía a todas las chavalas a sus pies y, sinceramente, para eso estaba, para atraer a público femenino. Yo ya me encargaba del resto. -OK guapa, empezad los dos que termino de rellenar unas suscripciones y voy. Subimos a la zona de las máquinas y mi hija me preguntó que por donde empezaba, yo le dije que primero teníamos que calentar y nos pusimos a ello. Nos pusimos delante de los espejos, yo me puse detrás de ella y le enseñé a calentar los hombros y cuello, le subí los brazos y con sus piernas un poco separadas empezó hacer giros con los brazos, yo desde detrás tenía una visión perfecta de su culito y su chochito que se veía esplendido por el espejo, sus labios mayores gordos y bien formados se dibujaban a la perfección. -Vale cariño, ahora vamos a cambiar, vas a abrir más las piernas y con la palmas intenta tocar el suelo (yo desde atrás no perdía detalle y me empecé a empalmar). -Vale papi, así lo estoy haciendo bien o bajo más (todo me lo decía con una sonrisilla pícara como si supiera mis pensamientos). -Muy bien, veo que no has perdido flexibilidad estos años (casi con la cabeza metida entre sus piernas me miraba riendo entre ellas). Yo con la mirada puesta en el culo de mi hija y ...
    ... en su rajita, que no perdía su forma ni con esa postura, no me percate que ella también me miraba el pantalón que parecía que iba a reventar. -Papi, ¿qué te pasa allí abajo? (con la carita roja y una sonrisa) -Eh, nada, es que tengo ganas de hacer pipí, espera ¿vale?. Rojo de vergüenza fui al baño donde me recibió uno de mis alumnos que se preparaba para dar la clase de la mañana de artes marciales , que empezaba en 10 minutos. Tardé un tiempo hasta que se me bajo el empalme, y volví a subir a la zona de máquinas, donde me encontré a Pablo que estaba haciendo ejercicios de flexibilidad con Noemi, que estaba tumbada boca arriba con las piernas juntas en el aire y Pablo llevándoselas a la cabeza . Pablo me miró y con un gesto me dijo que fuera. -Mira saul cuanta flexibilidad tiene tu hija (y de un golpe le llevó las rodillas a los hombros y las dejó allí). El short en esa postura se le abría por los lados, dejando ver parte de la vulva de Noemi, que no tenía ni un pelito, y por lo que veía tampoco llevaba calzoncitos. Era una locura, ese chochito me estaba volviendo loco. Pablo me miró como dándose cuenta de porque había tenido que ir al baño hace un momento y con una sonrisa me dijo: -¿Estás ? -Sí, eh Pablo, yo creo que ya puedes soltarle las piernas. -Pero si a ella le encanta, mira. -Si papi, me gusta hacer flexibilidad , es muy divertido (y con sus dos manos, que las tenía por dentro de sus muslos, se llevó los tobillos por detrás de sus hombros. Esto hizo que se le saliera ...
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