1. Mi hijo me baja el calor


    Fecha: 10/10/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: amadecasamari, Fuente: CuentoRelatos

    ... usar y abusar a placer, pero yo no me quejaba, al contrario lo disfrutaba cada vez más. Nunca desde que había enviudado, un hombre me había hecho sentir así, como una verdadera puta en la cama, y mi hijo lo estaba logrando, me estaba convirtiendo en su puta particular.
    
    Tras un rato cambiamos de posición, ahora me cogía de a perrito y sentía como me penetraba más profundamente que antes, lugares en mis entrañas que jamás habían sentido un hombre lo estaban sintiendo ahora y yo me venía una y otra vez sin control.
    
    β€” ¿Te gusta así de profundo madre? ¿Te gusta que te coja tu hijo? β€” Me decía mientras me penetraba.
    
    β€” Sí hijo, métemela bien profundo, métela en el coño de tu madre, cógeme, hazme venir otra vez, hazme tu puta. β€” Le dije dejando atrás todo pudor y toda sobra de recato y decencia. Solo quería sentir placer, venirme una y otra vez con mi hijo adentro de mí.
    
    β€” ¿Eres mi puta? Dímelo que eres mi puta. β€” me gritó mientras comenzaba a nalguearme al mismo tiempo que me penetraba con más fuerza.
    
    β€” ¡Sí hijo, sí, soy tuya, soy tu puta! β€” Le contesté entre gemidos de dolor y placer.
    
    Volvimos a cambiar de posición, esta vez me tocó a mí montar a mi hijo. Estábamos frente a frente y comencé a brincar sobre su verga con un frenesí insaciable.
    
    β€” No puedo creer que mi hijo me esté cogiendo. β€” Le dije mientras lo cabalgaba. β€” ¡Y me encanta! Tu verga se siente deliciosa hijo.
    
    β€” Sí madre, podría cogerte todo el día y toda la noche. β€” Me contestó mi hijo mientras ...
    ... me apretaba las tetas con fuerza.
    
    Mientras decíamos esas cosas y muchas más, mientras gemía, aullaba y suspiraba de placer mi hijo me hizo venir media docena de veces. Él era todo un semental, justo lo que había necesitado estos años y pensar que estaba bajo mi propio techo, no podía creer lo mucho que había desperdiciado a este hombre.
    
    Mi hijo me hizo girar y darle la espalda, quería que lo cabalgara así para aumentar la intensidad, su verga palpitaba dentro de mí con cada uno de sus sablazos. Sentía como si un hierro candente me penetrara, el calor de verano había quedado atrás, mi hijo era un volcán que ardía de pasión y lujuria por su madre, ya no era el verano el que me hacía arder, era mi macho que ahora me hacía suya y me quemaba por dentro.
    
    β€” Coges mejor que tu padre, β€” Le dije ya entregada por completo a mi locura β€” Eres más hombre que tu padre hijo.
    
    De repente, tras decir eso, mi hijo me tomó de la cintura y con todas sus fuerzas me levantó en vilo sin siquiera sacarme la verga de mi coño, me levantó de la cama y me hizo inclinarme sobre el buró, así inclinada siguió cogiéndome, yo sentía mis piernas como se debilitaban, como se iban haciendo como de gelatina. No podía siquiera soportar mi propio peso y con cada puñalada de la verga de mi hijo mis fuerzas se iban acabando.
    
    β€” Eres mi amante madre, de ahora en adelante eres mía ¿Entendiste? β€” Me dijo mi hijo con autoridad, a lo que yo le contesté
    
    β€” Sí mi amor, mi bebé, hijo mío, yo soy tuya.
    
    Tan ...