1. Mi hijo me baja el calor


    Fecha: 10/10/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: amadecasamari, Fuente: CuentoRelatos

    ... penetrarme; lo que hice fue buscar sus labios cuando los suyos comenzaron a besarme el cuello, para darle a mi hijo un beso tan magnífico que sentí que me robaría el alma; lo que hice fue jalar a mi hijo sobre la cama y abrazarlo con todas mis fuerzas mientras seguía besándolo con loca pasión, mientras nuestras lenguas se confundían en una sola y nos entregábamos sin pensar en otra cosa; lo que hice fue quitarle la camiseta y desabrocharle el pantalón, sacar su verga y acariciarla con ternura.
    
    Mi hijo comenzó a alejar sus labios de los míos, sus manos estrujaban mis tetas que se habían salido del babydoll y sus labios fueron acercándose poco a poco a mis pezones que estaban duros como dos perlas para que el pudiera mordisquear. La forma como él mamaba de mis tetas, lo cálido de su saliva escurriéndome a chorros, lo suave de sus manos, todo me hacía sentir como si una corriente eléctrica corriera por mi cuerpo, me sentía hecha de energía pura mientras los labios y las manos de mi hijo me proporcionaban ese placer monumental.
    
    Pero él apenas comenzaba, sus labios se alejaron de mis tetas y comenzaron a deslizarse sobre mi vientre. Levantó mi babydoll y su lengua jugueteó unos segundos con mi ombligo, pero se notaba que estaba bastante impaciente por alcanzar mi templo de amor.
    
    Primero llenó de besos mis bellos púbicos y luego la punta de su lengua me recorría los labios vaginales, yo me retorcía sobre la cama delirando de placer, entonces su lengua y sus dedos ...
    ... comenzaron a penetrarme, el silencio se rompía con mis gemidos ahogados de placer, poco a poco la intensidad de ese cunnilingus iba alcanzando el clímax hasta que por fin me vine en la cara de mi propio hijo. No lo podía creer, no había tenido un orgasmo así en años, no recordaba la última vez que había estado tan alterada.
    
    Tenía que devolverle el favor a mi hijo amado, de inmediato lo hice que se pusiera de pie, le terminé de quitar los pantalones con todo y bóxer y me arrodillé frente a su enorme verga. Aunque ya la había sentido en mis manos no fue hasta ese momento que me di cuenta por completo de lo bien dotado que estaba mi hijo. Era muy superior a su propio padre y a cualquier otro hombre que hubiera tenido en mi cama nunca. Tomé esa enorme verga de mi hijo con ambas manos y aun así parte de su cabeza quedaba fuera de mi alcancé. La empecé a besar tiernamente, primero la punta una y otra vez, podía sentir como palpitaba entre mis manos y más cuando sentía mis labios posándose sobre ella, fui bajando poco a poco, besando cada centímetro de esa enorme verga hasta alcanzar sus huevos. Comencé a chuparle sus pelotas, succionándolas tan fuerte como podía, hasta que ya no pude resistir las ganas de tragarme entera su verga, puse mi cara frente a la punta de su miembro y abrí mi boca tan grande como pude, fui metiendo su falo lentamente dentro de mi boca, pero me era imposible metérmela completa, tras media docena de intentos sentí las manos de mi hijo sobre mi cabeza pues él al ...
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