1. Vacaciones


    Fecha: 07/10/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: claudio69, Fuente: CuentoRelatos

    ... me he hecho un par de arreglitos.
    
    Vivi: ¿En serio? Pues no se nota.
    
    Isabel: Gracias y, por cierto, no me hables de usted. Me hace sentir más mayor de lo que soy.
    
    Vivi: Lo que usted diga.
    
    Isabel: ¿Otra vez?
    
    Vivi: Perdón.
    
    Isabel: Ven. Pasa adentro. José estaciona el auto bien, no lo dejes aquí en medio.
    
    Mi madre y la Vivi entraron dentro mientras yo estacionaba el auto. Mi madre siempre ha sido muy simpática y creo que la primera impresión fue buena. Además, el comentario de las tetas creo que rompió el hielo. Cuando entré dentro, mi madre le estaba enseñando la casa a la Vivi, así que me fui al salón y me senté a esperar. Al poco mi padre entró (mi padre tiene 59, es alto, delgado y fuerte; fruto de estar de un lado para otro junto con el ejercicio del campo y una genética buena).
    
    Pedro: ¡Isabel! ¡Isabel! Me ha parecido escuchar… ¡Hombre! ¿Cómo estás? ¡Me alegro de verte! ¿Llevas mucho tiempo aquí?
    
    Yo: Bien, estoy bien. Llevo 10 minutos.
    
    Pedro: ¿Y tú madre? Mira que no avisarme.
    
    En ese momento entraron la Vivi y mi madre en el salón.
    
    Isabel: No te he avisado porque estabas con los caballos dándoles la comida.
    
    Pedro: Pero podrías haberme avisado – mirando a la Vivi – Tú debes de ser Viviana, ¿verdad?
    
    Vivi: Así es. Encantada de conocerlo.
    
    Pedro: Vaya, vaya. Creo que te quedaste corto. Tu esposa es espectacular. Muy guapa.
    
    Pedro: eres preciosa. Pero estas muy tapada – mirándome a mí – ¿no le has dicho a tu esposa el calor que hace ...
    ... en San Miguel de Tucumán a estas alturas de Mayo? ¿El frío del sur te borra las neuronas?
    
    Yo: No es eso. Es que allí hacía frío y bueno.
    
    Isabel: ¿La ropa que traes es de abrigo?
    
    Vivi: No es de abrigo, traigo algo de verano. ¿Cuántos grados hace?
    
    Pedro: Hace treinta y tantos. Si fuera tú me quitaría ese chándal o te vas a poner a sudar.
    
    Nos fuimos a la habitación que nos habían preparado, que era la misma en la que me quedaba de pequeño, pero con la cama cambiada. Nos cambiamos y bajamos. Durante el almuerzo estuvimos hablando, contándoles como nos conocimos, etc. Ellos querían saber cómo era la Vivi, sus gustos, su familia y esas cosas. Tras una comida bastante buena y copiosa nos fuimos a dormir la siesta (entre el viaje, levantarse temprano, la comida y el calor era casi obligación. Tras la siesta, nos levantamos y nos duchamos. Mi madre dijo que íbamos a ir a cenar a casa de unos vecinos. Los vecinos eran Sofía y Luís. Ambos tres o cuatro años más jóvenes que mis padres y de bastante parecido físico. La cena fue bien y después vimos una película. Luego volvimos a casa y nos acostamos.
    
    La verdad es que ese día no pasó nada a destacar, solo el que la Vivi se llevaba muy bien con mis padres, sobre todo con mi padre; pero nada fuera de la normal. A la mañana siguiente nos levantamos y cuando estábamos desayunando llegó mi padre.
    
    Pedro: Buenos días, ¿durmieron bien?
    
    Vivi: Sí, gracias. Es muy cómoda esa cama.
    
    Pedro: Es que el colchón es nuevo, lo están ...
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