1. Perra obsesión (4)


    Fecha: 03/10/2019, Categorías: Incesto Autor: Horny, Fuente: CuentoRelatos

    ... respirando aliviada – eso era todo lo que tenía que decirte, ahora me voy.
    
    - No tan rápido muñeca – le dije sonriendo maliciosamente – en esta vida no hay nada gratis y esta no es la excepción.
    
    - ¿Qué quieres decir? – preguntó Diana - ¿Acaso me estás chantajeando?
    
    - Algo así – le dije yo en tono de burla – aunque la palabra chantaje se escucha fea en esa boca tan bonita que tienes.
    
    - ¿Qué diablos quieres? – preguntó ella incorporándose - ¿Dinero acaso?
    
    - Jajaja – me reí con ganas ante su mirada atónita – se nota que no me conoces y no tienes por qué conocerme ya no que se te ha dado la gana de tomarte la molestia ni de contestarme el saludo – le dije sin sonreír ya.
    
    - Dime que quieres para alejarte de Carmen – insistió ella – estoy dispuesta a darte lo que sea.
    
    - ¿Lo que sea? – dije yo con los ojos brillantes imaginando mil deliciosas posibilidades – que palabras tan tentadoras.
    
    Después de tenerla en suspenso unos segundos le contesté.
    
    - Lo que deseo es muy simple – le dije – y no tiene discusión, es eso o nada. Quiero acostarme contigo.
    
    Esperé un bofetón, un NO rotundo, gritos e insultos como era su costumbre, pero me sorprendió su respuesta.
    
    - Lugar y hora – me dijo.
    
    - Mañana a las 7 p.m. en mi casa y no tienes que llevar nada en especial– le dije alargándole un papel con mi dirección.
    
    Tomó el papel o más bien me lo quitó de las manos y dando media vuelta salió dando un portazo. Yo comencé a saltar por toda la oficina como una loca ...
    ... de felicidad, al fin me iba a salir con la mía, no de la forma que hubiera querido, pero... lo importante eran los resultados, que iba a tenerla, que iba a ser mía.
    
    Esa noche no pude dormir, me sentía plácida, feliz después de mucho tiempo al pensar que solo 24 horas después mi sueño se iba a hacer realidad, que Diana iba a llamar a mi puerta... ufff... de solo pensar lo que pasaría después... se me hacía agua la boca, las piernas me temblaban, me faltaba el aire... parecía enferma y Diana era mi droga, era mi enfermedad y mi remedio, me quitaba la respiración y a la vez me la daba, me robaba el aliento con solo una sonrisa imaginaria creada por mi mente enfermiza.
    
    Teniendo en cuenta lo excitada que estaba me quite toda la ropa, me pasee un poco por mi habitación hasta que me di cuenta de que las cortinas estaban abiertas, las cerré y a salvo de miradas curiosas comencé una lenta y sensual paja tumbada en mi cama con las piernas muy separadas, a todo lo que daban. Con el clítoris erecto, mojé mi dedo con saliva y la esparcí por el contorno que se iba hinchando poco a poco. La humedad y el calor hicieron que me excitase totalmente en pocos segundos.
    
    Comencé el clásico movimiento de mis caderas, mi mano rodeando el contorno de mis labios vaginales, notando lo suave de la piel, y sintiendo cada uno de sus pliegues, mis dedos entrando y saliendo tímidamente de mi vagina. Sabía que no iba a durar mucho por lo que me fui al cuarto de baño para poder terminar sin miedo a ...