1. Un sueño muy intimo


    Fecha: 03/10/2019, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Hace mucho que no te escribo una carta, pero aun así no sé que contar.
    
    Ya te lo digo todo y no tengo secretos, así que te contare una historia, mas que una historia, un sueño. Así que me gustaría que estuvieras cómoda, tumbada o recostada en una sillón o en una cama, un lugar donde puedas sentir cada una de mis palabras y de mis frases, un lugar donde gozar. Este es un sueño imaginado, un sueño de los que pretendes que se cumplan, un sueño bastante intimo como para contarte, pero que de esta forma si puedo decírtelo. Comienza en color negro, un negro oscuro, intenso, como si tuvieras los ojos cerrados, poco a poco se va aclarando y se ve una silueta femenina entre las sombras, esta echada sobre algo que no logro ver bien, parece una cama, pero es redonda. La imagen sigue aclarándose pero no se distingue cara alguna a la silueta.
    
    Le acompaña otra silueta, pero esta masculina, esta de espaldas y se recuesta al lado de la mujer, le susurra algo al oído y ella sonríe. Parece que ella esta contando algo, como si un secreto fuera, ella se ríe, pero su risa empieza a cambiar, ya no es graciosa sino dulce e insinuadora, el hombre a su lado, la rodea con sus bazos y esta muy cerca.
    
    Ella ya no se ríe, no hace ruido, pero su cara refleja una sensación de comodidad, como si en una nube estuvieran acostados.
    
    La mano del hombre la acaricia, mientras ella sigue hablándole, se aprietan sus cuerpos, el uno contra el otro, y sienten que el otro desea estar aun más cerca. Los ...
    ... brazos de él bajan hasta la cintura, allí se detienen a acariciarla, pero su camino termina mas abajo, allí donde la espalda pierde su dulce nombre. Acaricia cada glúteo de la mujer mientras la besa, ella habla como si lo estuviera leyendo en algún papel imaginario, vuelve a reír y él vuelve a besarla.
    
    La besa, primero en el cuello, después recorre con la lengua las facciones de la cara y sigue hacia la oreja. Allí en la oreja se para de nuevo, la rodea con la lengua humedeciéndole el lóbulo, ella siente su orejita caliente y húmedas, él ha vuelto a bajar las mano y esta acariciando los muslos, ella sin embargo, simplemente sigue contándole algún secreto mientras siente que algo húmedo y duro se introduce en su oído, es una sensación extraña, pero agradable, le gustaría hacerle lo mismo a él, pero no puede dejar de leer ese papel imaginario que tiene entre sus manos.
    
    En ese momento ambos se paran, sus labios se juntan y entre tímidas aperturas dejan entre salir las lenguas que se encuentran entre el camino, pero ella insiste y prosigue el relato.
    
    Ahora las manos de él están por debajo de la ropa, sobre el ombligo, pero ella parece no inmutarse y él decide subir, acariciarle los pechos, mientras su lengua recorre las mejillas de ella. Parece como si ella adivinara todo lo que él va haciendo, ahora puedo oír su relato, yo también estoy relajado, y escucho atento.
    
    Ella cuenta con toda exactitud las acciones de él. "Sus manos me rodean el pecho -relata con una voz casi ...
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