1. La infidelidad de Érica


    Fecha: 26/09/2019, Categorías: Infidelidad Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos

    ... taladrar incesante, que a pesar del aire acondicionado, unas gotas de sudor bajaron por mi frente y mi espalda, y Érica comienza a jadear diciendo: Así Tony, dame así… no pare, no pares que me vengo.
    
    Gritó de enorme placer y sentí como su vagina se contraía atrapando mi verga que no cesaba de penetrarla. Así como ella un día me lo dijo, después de su orgasmo la seguí penetrando por otros cinco minutos más hasta que lo interrumpimos, pues Érica se quejaba de un calambre en una de sus piernas.
    
    Me sonrió cuando se recuperó y sin decirle mucho, le di vuelta para masajear su pierna, y veo esas ricas nalgas y sin pedir permiso, me poso por sobre ella, con mi mano le embarro de saliva todo la rajadura de sus nalgas y con mi verga lubricada de sus espesos jugos vaginales, comienzo masajeando su ano, sin intentar penetrarlo. Me tomo el tiempo, ella acostada siempre plana sobre su abdomen y gime cuando mi glande apunta a su ano queriendo abrir ese hueco. Abro más sus piernas y me pongo de rodillas ante sus nalgas, para poder apuntar mi verga a ese rico culo y ver como cada centímetro de mi verga desaparecía en él. Gime con algo que más parece dolor que placer y es cuando le pregunto:
    
    - ¿Continuo? ¿Quieres que pare?
    
    - No, me duele algo, pero siento rico tu verga en mí. No la saques, mantenla ahí sin hacer movimientos.
    
    Así pasé unos cinco minutos con mi verga trabada en el culo de Érica… en eso aproveché para besar su espalda y su cuello, lo cual le provocaba espasmos, ...
    ... que hasta podía sentir como su esfínter presionaba el tronco de mi verga. Yo la contraía para que sintiera el palpitar de mi verga adentro de ella y es de esta manera ella comienza a pedírmelo:
    
    - ¡Hazle así! Se siente rico como se te inflama tu verga… ¡Que delicia Tony! ¡No sé cómo puedes aguantar tanto!
    
    Es cuando comienzo con mis embestidas semi lentas, pero que van tomando más velocidad y ritmo a medida que también Érica jadea de placer. A ese culo le he dado un taladrar agresivo y constante que en los minutos mi frente y espalda suda después de diez minutos sodomizando a esta linda mujer. Sé que se va venir, pues oigo su gemir diciendo mi nombre: Tony, Tony, que rico… dame, dame, no pares, me vengo, me corro cariño… pégame, así, así… dame… ¡Dios mí, me vengo!
    
    El cuerpo de Érica temblaba, su intestino vibraba en su interior, pero en esa posición no tenía otra opción que aguantar el taladrar de mi verga. Parecía que lloraba de la emoción y un par de minutos de haber logrado un orgasmo totalmente anal, ella me lo pide: Córrete en mi culo, te lo pido, córrete en mi culo. – No aguanté más su petición, y le dejo ir la descarga. Solo suspira y me dice: ¡Dios mío! ¿Que fue eso?
    
    Recuerdo que para las doce del mediodía, yo me había corrido tres veces, Érica alcanzó 6 orgasmos, y la única queja era que de tanto coger y montar, ella llevaba doloridas las caderas y bien rojo el culo. Ese día Érica me mencionó ese título que otras chicas me han dado y del cual siento mucho ...