1. La infidelidad de Érica


    Fecha: 26/09/2019, Categorías: Infidelidad Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos

    ... con quien tenemos una buena relación. Le pedí que me diera una mamada, pero terminamos teniendo sexo por media hora y terminó con un par de orgasmos en la privacidad de mi cama. No quería llegar con esa presión sexual al encuentro con Érica y de esta manera impresionarla con mi resistencia en estos menesteres.
    
    Nos encontramos en el estacionamiento del hotel y pasamos a la habitación que había reservado una noche antes. Venía con su pantalón vaquero de mezclilla, su blusa negra y zapatos tenis color blanco. Érica tiene buena figura, de cara bonita y cuerpo esbelto, pero tiene ese trasero que con sus pantalones se mira espectacular y realmente no culpo a nadie que eyacule a las primeras o de solo mirarla, pues es muy atractiva. En esa edad de 46 años que tenía en ese entonces, pues uno tiene la experiencia para manejar la situación y poder complacer las expectativas de cualquier mujer.
    
    Acordamos no besos en la boca y me dirigí a su cuello, donde Érica solo gimió al sentir mi lengua rozándole y su piel se erizó. Nos desvestimos como si llevásemos prisa, pero creo que era esa curiosidad de vernos desnudos cada quien. Ella me da sus cumplidos y yo hago lo mismo. Dejé que Érica se concentrara en mi verga, que disfrutara viéndola. Ella misma me lo dice cuando me asiste a quitarme el bóxer: ¡Que hermosa verga tienes Tony, me encanta! ¿Seguro que toda es mía? – Le di un ademán como concordando con ella y dejé que me la besara y que comenzara a mamar.
    
    El sexo oral de Érica ...
    ... habrá durado unos siete a ocho minutos y luego yo me comí sus ricas tetas de una medida de copa C, y pasé por su abdomen hasta final corresponderle con un oral delicado, nada agresivo… solo pasándole por sobre los labios mi lengua y algún masaje mas atrevido a su clítoris. Érica mostraba sus jugos vaginales por su entrepierna y solo gemía mientras me acariciaba mi cabello. Quizá habrá durado otros siete minutos y paso a mostrarle mi pene erecto, el cual está listo para penetrar su conchita, que a pesar de su altura, luce pequeña. Gime al sentir mi glande abriendo su hueco en posición del misionero. Siento el calor de su vagina y sus contracciones y mis 26 centímetros se han hundió en ese hueco caliente y mis testículos ahora pegan con ímpetu contra la zona de su perineo. Ella se limita a decir una corta frase: ¡Que rico Tony!
    
    Quería mostrarle que lo que deseaba no era una fantasía, era simplemente una preparación a conciencia para poder satisfacer a una mujer. Mis embestidas fueron subiendo de nivel en una armonía constante donde Érica me recibía gustosa con el movimiento de su pelvis. La cama crujía con nuestra danza horizontal y donde Érica se tomaba de los pechos, pechos cuyos pezones mamaba de vez en cuando, pero me había puesto como cuando uno hace lagartijas, o flexiones de pecho, para que Érica sintiera más profunda la embestida y solo se oía el chasquido, ese ruido erótico de una verga friccionando una húmeda vagina. Calculo pasamos así unos doce minutos de un ...