1. Maribel y yo, una relación especial


    Fecha: 10/09/2019, Categorías: Fetichismo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... más caliente, además, seguro que ella está notando mis atributos, (que dicho sea de paso, en erección son importantes, aproximadamente 22 cms. y de un grosor de casi 12 cms. Mi, ex, Emilia, se entretuvo un día en medirlo).
    
    Así permanecimos unos minutos que para mi fuero gloriosos, máxime con el "hambre" que manejaba. Llegamos a una parada y bajó bastante gente, así pudo abrirse algunos claros en el autobús. Le hago un ademán de cambiar de posición y ella asiente con la cabeza. Ahora yo estoy apoyado sobre el pasamanos y ella está delante, le pido las bolsas y su abrigo para que descanse un poco sus manos y ella accede. No dice nada, está mirando como pensativa hacia la calle por las ventanas del autobús, en silencio. Yo no me atrevo a comentar tampoco nada y me digo, "me parece que la has cagado, amigo Juan". Pero pronto llegamos a otra parada y suben en ella un grupo de adolescente, en número de 15 a 20 que regresan a casa después de jugar un partido de fútbol o practicar algún deporte, se nota en que todos llevan bolsas de deporte. De nuevo se encuentra el autobús lleno a rebosar. Ahora es Maribel la que se ve de pronto empujada hacia mi y es ella ahora la que se aprieta y pasa sus manos por detrás de mi cintura a la altura del pasamanos, abrazándome; yo me siento en el cielo y me digo "Juan, quizá a fin de cuentas no la has cagado". Así permanecemos unidos hasta nuestra parada. Aunque hace rato que el autobús está medio vacío, ella ha seguido pegada a mi como una lapa; ...
    ... tengo que decirle, a mi pesar, que hemos llegado, entonces observo que ha venido este último trayecto con los ojos cerrados. Cuando comprueba que el autobús ya viene medio vacío, me dice con cara de sorpresa.
    
    ¡Lo siento, Juan! Creía que aun estaba lleno. Yo le contesto, mirándola fijamente a los ojos.
    
    No te preocupes, todo está bien.
    
    Hubiera querido decirle; "¿cuándo repetimos? ¿cuándo puedo abrazarte y que me abraces como esta noche?" Y, por qué no, "¿cuándo follamos?" A esa altura tenía un calentón tremendo, tenía la polla a punto de estallar, y lo que es seguro, ella lo había notado. Incluso la ultima parte del recorrido tenía su cara pegada a mi pecho y seguramente venía oyendo los latidos de mi corazón a punto de salirme por la boca. La parada del autobús estaba a escasos 200 mts. de nuestro bloque. Nada más bajar se coloca el abrigo y me pide las bolsas, le digo que ya se las daré en casa, vivimos, como ya he dicho, en la misma planta, además, cómo justificaría el bulto de mi bragueta, aunque insistió, más lo hice yo, y accedió. El resto del camino lo hicimos en silencio, pero ya llegando nos encontramos con un matrimonio de nuestro mismo bloque y subimos todos juntos en el ascensor. Nos apeamos nosotros primero. Fue entonces cuando me dice, delante se su puerta.
    
    Juan, por favor, ¿puedes ayudarme a guardar las cosa que he comprado? Yo le digo, en ese instante el corazón me dio un vuelco.
    
    Por supuesto, Maribel.
    
    Al entrar en casa noto que la calefacción ...
«1...345...8»