1. La dependienta del Game, el novio y yo


    Fecha: 02/09/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Sevillano, Fuente: CuentoRelatos

    ... sentamos en aquel salón unos minutos y estuvieron diciendo lo que ya me había dicho el chico. Que era su primera vez, que estaban algo cortados y tal.
    
    Me ofrecieron algo de beber. Recuerdo que acepté una lata de Pepsi.
    
    Llegado el momento, les pagué. Ella se tumbó algo en el sofá y el chico empezó a besarla metiendo las manos debajo de la camiseta y dejando ver algo del cuerpo de la novia.
    
    Me excitaba aquello. Me ponía ver a aquella chica que había visto en la tienda follar con el novio en directo.
    
    Pero quise estirar más de la cuerda, tensar algo más la cosa para ver si podía conseguir algo más.
    
    -Oye les dije – sé lo que hemos hablado pero quiero proponeros una cosa. Si os parece bien pues bien y si no… pues nada. -Ellos habían parado de besarse y me miraban – Habría alguna posibilidad de participar? Aunque sea pagándoos algo más, claro.
    
    Ellos se miraron. Y yo mirando al chico le dije, “es que tu chica está buenísima, y me ha puesto a mil”
    
    Se pusieron de pie, me dijeron que tenían que hablarlo y fueron a la cocina. Yo escuché que hablaban pero no sé escuchaba bien que decían.
    
    Al rato volvieron.
    
    Por cuarenta más podía participar. Pero si en algún momento decían que parara yo debía parar, sería con condón, al chico ni tocarlo, nada de anal ni otras cosas raras.
    
    Otros cuarenta euros fueron de mi cartera a sus manos, saqué de la cartera un par de condones también. Y lo coloqué sobre la mesa. Nos sentamos todos en el mismo sofá, quedando ella entre los ...
    ... dos.
    
    Empezó a besar al chico. Yo empecé a tocarla. Le coloqué las manos en las caderas y las fui subiendo lentamente, esperando que no reaccionara negativamente a ello. No lo hizo y me dejó meter las manos debajo de su camiseta y recorrer su espalda. Cuando llegué a la mitad de la espalda y notando que iba sin sujetador, giré una de mis manos para agarrarle un pecho. Era suave pero duro. Me cabía entero en la mano. Tenía un tamaño perfecto. Noté que el novio le cogía el otro.
    
    Allí estaba ella, metida entre los dos y con una teta cogida por cada uno. Sentía su respiración, sus latidos, sus ansias…
    
    La situación me estaba poniendo cachondo perdido.
    
    Jugué a pasar el pezón entre mis dedos, a acariciarlo, a pellizcarlo, a recorrer con un dedo el borde de la teta…
    
    Mi erección era ya completa.
    
    El chico se puso de pie y se bajó el pantalón del chándal. Asomó una polla erecta, sin depilar. Era algo más pequeña que la mía. Se volvió a sentar y la chica empezó a pajearlo y a comérsela. Yo me puse de pie, me quité los zapatos, el vaquero y la camisa. Luego me bajé también el bóxer azul que llevaba. Ella ni me miró mientras lo hacía. Pero él si lo hacía mientras sujetaba la cabeza a ella en la felación.
    
    Me volví a sentar y recorrí mi polla erecta un par de veces con la mano. Me revolví y la cogí de la cintura, haciendo que se levantara algo, hasta quedar a cuatro patas sobre el sofá. Agarré la cinturilla del pijama y se lo bajé hasta sus rodillas flexionadas. Asomó un ...
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