1. Cartas homoeróticas (VI): De Janpaul a Mikel


    Fecha: 23/08/2019, Categorías: Hetero Autor: janpaul, Fuente: CuentoRelatos

    ... decías porque yo no llevé la cuenta y nos siguió un chico. Disimulamos sentándonos en el suelo y nos saludó, preguntó si queríamos un cigarrillo, pero como no fumamos, le dijimos que no. Se entretuvo con nosotros, no se veía peligroso, era de esos que parecen buenos y buscan plan como nosotros y no lo encuentran.
    
    Seguimos los tres caminando y nos iba diciendo a qué lugares debíamos ir y a cuáles no por ser peligrosos. Al final, después de mucho hablar y caminar se nos declaró como gay y si queríamos ir a algún lugar a pasarla bien. Le dijimos que teníamos hotel, pero él dijo que si nos hemos anotado dos, no dejarían entrar tres, pero en la casa de sus abuelos, que resultó cerca de nuestro hotel, no había nadie porque habían viajado. Con cierta precaución y mirándonos, fuimos. Tuvimos suerte. Nos ofreció una cerveza a cada uno y entramos a un patio interior, había un baño con cortina y desahogamos la vejiga. Ahí nos destapamos de verdad los tres, porque lo hicimos a la vez y el gachó la tenía larga, no muy gorda, pero larga y le preguntaste si ara activo o pasivo, te contestó que versátil y que deseaba que lo penetrara uno y él penetrar al otro.
    
    Todo comenzó con besos y proseguimos para hacer el trío completo. Yo me pedí que me follara y él te pidió que lo follaras. Suerte que llevábamos la tira completa de profilácticos, porque él pensaba follar sin protección. Como nos había invitado a cerveza, le dijimos que teníamos tantos condones cuantos nos hicieran falta. Fueron ...
    ... dos horas de actividad, pero lo mejor fue cuando lo penetramos tú y yo a la vez, cómo aceptó las dos pollas.
    
    Tú te tumbaste en la mesa, él se sentó sobre ti y le atravesaste el culo con tu polla y no se quejó, pero cuando ya se había acostumbrado, comencé a penetrar yo, y al lado de tu polla iba metiendo dedo, para dilatar más, hasta que cansado de tanta saliva, incluso la que me pasaste tú de boca a boca, aquello estaba super mojado, incluso por si acaso, lo besé y le pedí saliva, aumenté y yo ya no aguantaba más, me dolía mi polla de resistir, así que la metí y atravesé, notaba la tuya y él se puso a rabiar y a llorar. Yo le decía: “aguanta, aguanta” y me contestó: “tú no seas marica y échale, párteme por la mitad que ya falta menos”. Tú me ibas insultando diciéndome “puto cabrón”, “maricón de los cojones”, “me estás arruinando mi picha” y otras linduras de tu sucio vocabulario. Por fin entró, y me encontré junto a ti dentro de ese culo morboso. Nos quedamos todos los tres quietos después del grito de Walter, creo recordar que así se llamaba, y tú casi no podías moverte, pero comencé un ñaca-ñaca penetrando y retrocediendo sin salirme hasta que él chico Walter echó sus jugos sobre tu pecho y ya no pude resistir, me vine estando dentro y a continuación tú te la gozaste.
    
    Cuando sacamos nuestras pollas miré el hueco y cabía casi mi mano encogida. Lo intenté, pero retrocedí y Walter me pidió que siguiera, lo pidió con buenos modales y me atreví a meterla porque no tenía ...