1. Todo sin esperármelo


    Fecha: 18/08/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: casadoamante16, Fuente: CuentoRelatos

    ... que recoger el agua, para que le ayudara.
    
    Silvia vivía en un piso compartido con otra chica, cerca del colegio a tres paradas del autobús, aunque no fuimos un autobús y fuimos medio corriendo.
    
    Al llegar a su casa, el grifo estaba abierto, aunque con el tapón medio abierto, y aunque no había sido capaz de tragar toda el agua que se echaba, tampoco el baño estaba muy calado, así que con un par de fregonazos quitamos el agua, y arreglamos la situación. Evidentemente Silvia se cogió un gran mosqueo, que por un poco tiempo lo sufrí en mis carnes al ser el que estaba cerca de ella. Pero también tengo que decir, que reacciono a tiempo y me pidió perdón por su comportamiento. Yo le quite importancia.
    
    Nos mojamos un poco las zapatillas, Silvia más que yo, así que se fue a poner cómoda. ¡Y madre mía!!!! Si se puso cómoda. Aparte del top de tirantes que llevaba antes se puso un pantaloncito corto, gris, que marcaba su culito, ¡¡¡¡y dios mío!!!! No había visto un culo tan bien puesto y tan redondo en mi vida. Y como suponéis mi cosa comenzó a aflorar de mis piratas, aunque podía disimularlo un poco.
    
    Silvia me ofreció un refresco y ella se tomó otro. He de decir que Silvia se había quitado el sujetador y que, gracias al refresco recién salido de la nevera, pude ver como sus pezones se pusieron duritos y pude apreciarlos y desearlos más que nada en ese momento
    
    Silvia encendió la tele, pero poco caso la hice ya que apoye mi codo en el cabecero del sofá y mi mano en la ...
    ... cabeza, en una posición para poderla ver a la cara. Continuamos hablando hasta que mi pensamiento se fue de ella, y comenzó a pensar en su preciosa cara, esos ojos grandes y negros, profundos, esos labios suaves, húmedos, que me pedían que los besara, ese cuello de piel suave deseoso de recorrerlo con mis labios y mi punta de la lengua (por cierto, tengo que decir, que mi perdición son los cuellos y los pechos), esos pechos (talla 90) que no podía dejar de mirar, hasta que Silvia se movió a coger su refresco de la mesa. He de decir que me pareció súper excitante, y más al ver de nuevo como volvían a crecer esos dos bultos.
    
    De repente el silencio se hizo, y sin ningún tipo de pensamientos entre medias, nos miramos a los ojos y sabíamos lo que queríamos. Nos besamos. Suave, con pasión, con deseo, con ansia, con mil sensaciones más que no puedo describir.
    
    Mis manos comenzaron a deslizarse por donde podían, primero por la espalda, la acariciaba, cosa que a ella la gusto y se juntaba más a mí, parecía muy caliente, una mano la baje a sentir ese culo redondo. Ella me acariciaba la nuca, y el pelo, comenzaba a perder el control y me besaba a besar con más presión y pasión.
    
    De un solo movimiento se me situó encima, se movía de adelante a atrás, muy suavemente, como queriendo sentir mi pene. Visto el plan yo comencé a adelantar mis manos y acariciar sus pechos. Me encantan que a las mujeres les ponga eso, y a Silvia le pone, lo note cuando solo con pasar mi palma por sus pezones ...