1. Los dos chavales de la sesión golfa (y 5)


    Fecha: 14/08/2019, Categorías: Gays Autor: hector.richvoldsen, Fuente: SexoSinTabues

    ... le dejara en paz, pues Álvaro llevaba mucho tiempo enamorado de esa persona, y no le iba a olvidar a las primeras de cambio por haber conocido, textualmente "a un chuloplayas como yo". Le di la razón como a los tontos, diciendo que era verdad, que había demasiada diferencia de edad, que si casi no nos conocíamos, y que lo mejor era que no me entrometiera entre ellos. Pregunté si esa tercera persona le correspondía y él dijo que no lo sabía, pero que pensaba que no. "¿Por qué no es gay?" dije yo, "porque le gusta otro", contestó Mario. Seguí interrogándole, y no era ningún amigo suyo, ni un compañero de clase, ni un vecino. Se hartó de preguntas y se levantó de su silla, dejándose el vaso de leche a medias. Pensé que intentaría pegarme, e hice amago de sujetarle, pero me sentó de nuevo en el sofá, y subiéndose sobre mí, me besó en los labios de una manera salvaje. "Eres tú, gilipollas", me dijo, "¿o es que no te has dado cuenta de cómo te miraba cuando venías a ver a mi hermano?". Yo esperaba que me confesara que estaba por Álvaro pero tenía miedo a salir del armario, pero de pronto todo encajaba. Siempre que iba a casa de Abraham su hermano no hacía más que entrar a su habitación para dar por saco, que si déjame esta revista, que si dejadme jugar un rato, que si a que hora os vais. El destino había querido que le pillara con las manos en la masa en el cine, y vengarse de mi había sido su oportunidad de acostarse conmigo, aunque fuese por las malas. Después de todas las ...
    ... guarradas que había hecho yo, no podía guardarle rencor por las que me había hecho él a mí, así que le devolví el beso, esta vez agarrándole del culo y acercándole aun más a mí. Sin ganas de perder el tiempo, Mario me arrancó la camiseta y comenzó a besarme el pecho, centrándose en mordisquearme los pezones. Luego fue bajando muy despacio, me bajó el pantalón y comenzó a chupármela por encima de la tela de los boxers. No tenía demasiada experiencia, pero sabía lo que se hacía. Cuando me la puso dura a más no poder, me quitó los calzones y se la metió en la boca, empapándola bien en saliva primero. Yo tenía la sensación de que en cualquier momento Mario iba a dejarme a medias o a hacerme cualquier otra putada, así que decidí aprovechar todo lo posible. Le metí la mano dentro del pantalón y comencé a pajearle mientras me la comía. La tenía empapada en líquidos preseminales, lo cual evidenciaba que a él también le excitaba aquello. Cuando hizo una pequeña pausa, me tumbé en el sofá, haciendo que se pusiera sobre mí pero al revés. Así, mientras seguía chupándomela, podía a la vez follarse mi boca. Que ganas de sentir de nuevo su polla, tan dura y jugosa. Cada vez parecía tenerla más grande, casi dejándome a mí en ridículo, y eso que le saco cinco años. Le busqué el ano y él se dejó hacer, pero en cuanto le metí el primer dedo, él me introdujo dos de golpe, haciéndome un poco de daño. Los roles de pasivo y activo estaban sin repartir, y aunque a mi no me importaba ofrecerle mi culo, ...