1. La fascinación de travestirme y sentirme mujer (Parte 1)


    Fecha: 14/08/2019, Categorías: Hetero Autor: Carl, Fuente: CuentoRelatos

    ... antes de haberme batido las entrañas. Se la devolví bañada en saliva y los colgajos que descansaban en mi barbilla fueron recogidas por su lengua para acabar bebiéndosela.
    
    Ramón acabó por desnudarse y libre por completo se puso de rodillas para descubrir mi sorpresa. La tomó en su mano por la base y me hizo una mamada que me motivó hasta la punta de la coronilla. Con su otra mano me estimuló el coñito y más avergonzada que rendida eyaculé en su boca. El glú glú al tragarse mi semen fue sensacional y con una cara de puta y de felicidad lo vi con ojos de amor. -te amo papi- le dije antes de voltearme y ofrecerle mi tesoro. Ramón se dio un banquete de culo y mojadito como me lo dejó procedió a hacer de marido.
    
    Agachándose sacó del bolsillo de su pantalón un condón y rompió el envase -lo dejé- se lo puso en su venosidad imposible -también lo dejé- del otro bolsillo sacó un tubo pequeño de gel y lo regó por mi coño y por su verga "plastificada" -hasta ahí llegué-.
    
    Le desbaraté sus planes de echarme un polvo y con cara de enfado me giré, sin decirle nada le estrujé los cojones y le retiré la goma para tirarla al suelo. Lo miré enamorada a los ojos y besándolo le dije -tú crees que a un marido se le puede permitir tal cosa?, no quiero que me folles, te quiero como mi marido y quiero que me hagas el amor, entiendes papi?, quiero quedarme preñada de ti. Eres mi primer hombre de verdad y no voy a permitir que tu néctar se desperdicie, lo quiero dentro, quiero que te vengas ...
    ... en mi culito y quiero quedarme embarazada de ti. Hoy voy a ser mujer y quiero que tú me hagas mujer. Voy a ser tuya mi cielo, eres mi sueño y como hombre te deseo hasta para lo que no te imaginas, ámame papi, soy tu mujer, quiero que me hagas mujer...
    
    Ramón me besó con pasión y no dejé de masturbar su verga. Me di vuelta y sobre el sofá me puse en pompa y apoyé la cabeza en el espaldar. Con mis manos ladeé el tanga y abrí mis muslos para regalarle mi agujerito.
    
    El dolor me vuelve loca y eso era algo para perder el sentido. Qué difícil es no amar a un hombre que sabe cómo usar su miembro y darle a su hembra en la justa medida dolor y placer a la vez. Chillé y me retorcí pero no reculé hasta que me plantó su hombría en todo el recto. Lloriqueante y sudorosa me sentí perdiendo aceite en su máxima expresión, mordiendo el cojín para que los vecinos no se enterasen que un macho verdadero se estaba enculando para dejarla embarazada a la trava del Tercero A. Ramón tiene un aguante divino y mi culo tuvo que moldearse a su buen polvo. El capullo rozaba mi intestino, si me aplastaba el vientre podía sentir su manguera bombear mis entrañas, sus grotescas manos me daban de nalgadas y delirante hecha un mar de sudor y lágrimas finalmente fui mujer.
    
    Tuve dos orgasmos antes de que mi marido me inundase en lo más profundo con su esperma. Sus estertores, bufidos y embestidas fueron de toro hasta que brotó su fluido espeso dentro de mí. Me había copulado y como tal fecundado -en mi ...