1. Mi empleada doméstica


    Fecha: 06/08/2019, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... misma y se saca la camiseta, quedando en bragas y sujetador, un juego color carne, que una vez que se moje se le iba a ver todo. Se tira al agua y como había supiesto, una vez mojada, su ropa interior quedó completamente transparente. Que hermosos pechos que tiene, duritos, ni grandes ni chicas, una aureola oscura y los pezones duros por el agua. «Que rica que está el agua», me dijo, limpiando su cara de agua. Yo no podia dejar de mirar sus tetas, quería disimular pero no podía, ella se dio cuanta, pero no dijo nada. «Susi, podés traer otras cervezas?», le dije viendo la cara que ponía, ya que sabía que su braga se le iba a transparentar. «Si, voy, pero no me mire», me dijo, «no pidas imposibles», le dije viendo como salía del agua y con una de sus manos se tapaba la cola y se fue corriendo a la heladera que tengo en el quincho. «Y ahora como te vas a tapar?», le dije riendo sin dejar de mirarla. Susana puso las dos botellas tapando su concha y con sus pelos se tapaba las tetas. Me hizo reír a carcajadas. Agarré las dos botellas y a Susana de un brazo y la hice caer de cabeza al agua. Me gustó que haya aceptado la broma y nos empezamos a reír a carcajadas. Ella me echó agua en la cara y riendo empezó a nadar como huyendo de mí, yo empecé a nadar como persiguiendola, hasta que la arrincono en la parte preofunda de la piscina, ella estaba en un ángulo y yo me agarro de las dos salientes, la miré sonriendo y le beso los labios, noté que ella no respondió mi beso, la vuelvo a ...
    ... besar y con una de mis manos quiero sacarle una tetas del sujetador, «no señor, por favor no», le dijo impidiendo con su mano que le saque la teta. «Listo, está bien», le dije mirando su cara, estaba contrariado, me había molestado. Me fui nadando hacia la otra punta de la piscina y salí del agua. «Señor, señor, no se enoje conmigo, por favor, no se enoje y me despida», me dijo pasando sus manos por su espalda y veo que ella misma se saca el sujetador quedando con sus tetas al aire. Yo le miré las tetas, hermosas, pasé mi mano sintiendo sus pezone duros. Ella estaba como resignada. «No, está bien, tapate las tetas», le dije, «no le gustan mis senos?», me preguntó preocupada. «Sí, me gustan tus tetas, pero no quiero que hagas nada por obligación», le dije, «es que en mi país es muy común que el patrón se cache a la empleada», me dijo y seguía con sus tetas al aire. «A vos te pasó», le pregunté acariciando sus tetas. «Sí, antes de venir a España estuve trabajando para ahorrar para mí pasaje y el señor me cacho varias veces», me dijo bajando la cabeza avergonzada. Yo con mis dedos en su mentón le levanté la cabeza y le besé la boca, y sentí como timidamente ella me respondía el beso. La agarré de la mano y nos fuimos para casa, «me va a cachar señor?», me preguntó dejando que la lleve. «Que te gusta más, cachar como decís vos, o chuparla?», le dije volviendo a acariciar sus tetas. Susana agachó la cabeza y en voz muy baja me dijo que le gustaba todo. «Y por acá te gusta?», le dije ...