1. Mi tía, mi madre


    Fecha: 02/08/2019, Categorías: Incesto Autor: claudiob, Fuente: CuentoRelatos

    ... perfectamente una teta.
    
    Las tiene más grande que su hermana, a pesar de no estar amamantando, y eso me hizo tenerle menos envidia a mi hijo, pues si bien él tomaba leche de una gran teta, yo había tomado de una mayor.
    
    No sabía por qué peleaban aunque me lo imaginaba, pues si bien mi tía Carolina era rápida para las respuestas mi madre era muy rápida para leer entre líneas.
    
    Me acerqué entonces a ellas y traté de separarlas.
    
    En ese momento quedé yo entre medio de ambas, mi pija estaba más cerca de la cara de mi madre y su teta tocaba mi muñeca derecha que era con la que la había agarrado del brazo para separarla de su hermana.
    
    A Carolina la había agarrado también del brazo pero con mi mano izquierda.
    
    Teniéndolas así les dije que se calmaran, que se tranquilizaran y acordándome de lo que la madre de Eduardo le decía cuando se peleaba con su hermano Daniel les dije:
    
    —¡Son hermanas! ¿Cómo van a pelearse?
    
    —Como lo estamos haciendo - Dijo Carolina tratando de soltarse de mi mano.
    
    —Es que esta puta me dijo que Carlitos es hijo tuyo.
    
    —¿Y si lo es que tiene de malo? - Le contesté.
    
    —Que te cogió aprovechándose de tu inocencia.
    
    —¿De su inocencia? - Dijo Carolina, que rápida como era se había dado cuenta de que mis ojos no se apartaban de la teta de su hermana, y que mi pija estaba despertándose.
    
    —Sí, de su inocencia.
    
    —Mirá la inocencia de tu hijito – Dijo, mientras me bajó el jogging y el calzoncillo. Su pija está casi dura solo por verte una ...
    ... teta.
    
    —¡Hijo! - Dijo mi madre, al ver como mi pija se estaba despertando, tapándose rápidamente los ojos.
    
    —Por más que te tapes los ojos su pija sigue parándose, tendrías que taparte la teta, jajaja
    
    — Sí mamá, tapate la teta porque me estas calentando.
    
    Mi madre con los ojos cerrados, sacando sus manos de su cara, comenzó entonces a arreglarse el vestido a fin de cubrir su teta, y después de hacerlo me preguntó.
    
    —¿Entonces es cierto que ella no te obligó a hacerlo?
    
    —Así es madre. Ella siempre me ha calentado, como también me calientas vos.
    
    —¿Yo también te caliento?
    
    —Si abrieras los ojos y vieras como la tiene de dura no sería necesario que se lo preguntases.
    
    —Sí, vos también me calientas. De Carolina me excita mucho su culo, el cual es grande y de vos las tetas que son inmensas.
    
    —Caro me dijo que vos le contaste que tu primera paja fue pensando en ella y que luego muchas veces te masturbaste imaginándotela.
    
    —Es cierto, pero eso fue porque como me educaste no te veía como una hembra a la que coger.
    
    —Pero te la cogerías - Dijo Carolina al tiempo que me agarró la pija con la mano izquierda y con la derecha agarró la mano de mi madre.
    
    —¡Sí!
    
    —Abrí tus ojos hermana y mirá que hermosa es la verga de “Tu Carlitos”.
    
    Mi madre abrió los ojos y vio mi pija, que dura como el pedernal, estaba a escasos centímetros de su cara.
    
    Carolina, llevó su mano a esta diciéndole: “Sentí la poronga que tiene, es la misma poronga que me cogió y me embarazo, es ...